Pero habiendo de qu� hablar, el gallinero est� contento; y esto tuvo este mes navide�o. Los primeros d�as corridos estuvieron cargados de incidentes que sacudieron el peque�o mundo de la ciudad, siempre oscilante entre el altar y el trono, ambos en claro proceso de afianzamiento como lo demostraban palmariamente los trabajos de construcci�n, simult�neos, del Palacio de Gobierno y de la parroquia, en estos d�as engalanada para los festejos guadalupanos.
La casa de don Tom�s Sol�rzano, hombre vinculado con la Iglesia, ardi� de madrugada. El 3 de diciembre fueron indultados de la pena de muerte Hilari�n Barreto y Alejandro Fregoso, mientras que se negaba el perd�n a Pedro Navarro. Paulino Garc�a, llorando, condujo a su esposa, conocida actriz, al manicomio. El d�a 5 hubo elecciones secundarias en todo el estado para elegir ayuntamientos; con el fin de evitar cualquier incidente desagradable, la autoridad hab�a girado oportunas �rdenes a las juntas municipales de no expedir licencias para m�sicas y gallos, ni permitir reuniones tumultuosas que pudiesen alarmar a la poblaci�n.
En Colima triunf� la candidatura para presidente municipal de don Sixto de la Vega; los regidores elegidos fueron Francisco G�mez Palencia, Vicente Fajardo, Herculano Brizuela, Gildardo G�mez, Cenobio Madrid y Jos� Mar�a H. Alcaraz; s�ndicos: Ram�n R. de la Vega y Gregorio �lvarez; y alcaldes: Higinio S�nchez, Prudenciano Larios, Antonio Due�as y Francisco Alcaraz. Ocupar�an sus puestos a partir del 1� de enero del a�o siguiente.
El d�a de la virgen de Guadalupe, cuando multitud de colimotas acud�an a la parroquia vestidas de indias, en Manzanillo desembarcaba del vapor Wilmington un grupo de ingenieros de la Compa��a del Ferrocarril: se apellidaban Preston que era el jefe, Haynes, Heston, Stoff, Patterson, Sepumes, Daves y Dixon. Posteriormente arribar�a Mr. Poms. Reconocimientos del terreno y trazado de planos para las v�as ser�an sus trabajos m�s inmediatos. La primera etapa prevista arrancaba del puerto hasta el r�o de la Armer�a, con una duraci�n de dos semanas seg�n el puntual comunicado de Augusto Morrill y del espa�ol Juan Ferm�n Huarte, representantes de la compa��a, al gobernador Santa Cruz. �ste hab�a dispuesto con antelaci�n que el maestro Lucio Uribe toda una instituci�n en Colima y el ingeniero Genaro Villase�or fuesen presentados a los estadounidenses para que, en nombre del Ejecutivo, supervisaran los trabajos que estaban por iniciarse.
Se�al de progreso inequ�voco fue el anuncio de una l�nea de diligencias entre Guadalajara y Ciudad Guzm�n que beneficiar�a a los viajeros colimotes. El pasaje a cobrar ser�a de cinco pesos. Aunque el precio no era m�dico, las bondades del servicio hac�an el uso atractivo. Seg�n la publicidad, "el coche llega de Guadalajara a Sayula en el primer d�a y sale de all� para Ciudad Guzm�n al siguiente". Hasta aqu� no hab�a novedad alguna. El �ltimo grito de la comodidad resultaba la coletilla del anuncio de marras: "a la hora que los pasajeros determinan". De esta forma, el viaje, de por s� muy cansado, puesto que desde Zapotl�n hasta Guatimotzin deb�a hacerse forzosamente a lomo de mula, inclu�a un refrigerio. La noticia mereci� nutridos elogios.
El prestigio que Palencia hab�a adquirido en su oficio, le llev� a convertirse en el fot�grafo oficial que cubrir�a la gira del gobernador Santa Cruz a Manzanillo. El coronel, acompa�ado de un buen grupo de vecinos, quiso supervisar en persona el movimiento del campamento de la Compa��a Palmer-Sullivan, aprovechando el paso por Colima de 10 ingenieros que se agregar�an a las obras del ferrocarril. Aquellos estadunidenses sab�an por cierto hacer la barba: bautizaron las instalaciones como "Campamento Santa Cruz", y con el mismo nombre ungieron a la primera locomotora.
Las celebraciones navide�as consumieron el resto de los d�as. Entre las licencias otorgadas por la Junta durante el mes de diciembre contamos 15 permisos para m�sica, 12 de pastorelas, siete para teatro, dos de gallos, una de rifas y otras de "maromas". En total, 38 borlotes de mayor o menor calibre, sin contar los fandangos privados. En los �ltimos d�as de diciembre la cr�tica especializada favorec�a la puesta en escena de El Hijo Pr�digo y La Colegialita por la Compa��a de Teatro Siliceo.
Otro actor en escena era Ram�n R. de la Vega, quien divid�a su jornada atendiendo asuntos de la Junta Municipal, cuya presidencia expiraba el 31 de diciembre, y los quehaceres de la Instrucci�n P�blica. Pocas veces coincid�an ambos menesteres. Por ello, el d�a de Navidad, don Ram�n estaba profundamente emocionado al cosechar uno de los frutos de sus desvelos al frente del Municipio: la inauguraci�n de la escuela de la c�rcel de varones, "lugar de sufrimientos", como dec�a el mismo funcionario, y que como director del ramo podr�a seguir alentando mientras permaneciera en la gracia de su se�or y amo, el gobernador. Era consciente el ilustre se�or de la Vega que tal inauguraci�n constitu�a "un acontecimiento nuevo en la historia de Colima".