El segundo sexenio de la fraternidad


En los seis a�os de la gesti�n de Jorge Jim�nez Cant�, los esfuerzos se encaminaron a sostener y continuar la obra anterior, a pesar de los graves altibajos: la inflaci�n y la recesi�n econ�mica con el interludio del auge petrolero, que promet�a una prosperidad que finalmente termin� en desastre. No obstante, el desarrollo y la inversi�n p�blicas no se detuvieron. Al final, el valor de la industria alcanzaba 507 981 millones de pesos; mientras que la producci�n anual del mismo sector se valu� en 537 000 millones. Por su parte, el gobierno estatal se�al� para 1981 un presupuesto de 39 154 millones de pesos y reconoci�, al momento del relevo, una deuda p�blica, incluidos los intereses, por 29 411 millones.

La educaci�n se reorganiz� con una nueva Ley de Educaci�n P�blica y una nueva Ley Org�nica de la Universidad. Al t�rmino del sexenio se daban estas cifras que engloban los subsistemas estatal y federal: 9 086 escuelas con 75 476 profesores y 2 401 804 alumnos. Ello representa aumentos superiores a 100% sobre el inicio del periodo.

Mucho mayor incremento se registr� en la educaci�n media y superior. La media tuvo un incremento de 145%. La educaci�n superior aument� 182%. �sta se impart�a en 17 instituciones, que en conjunto ofrec�an 46 carreras distintas para el nivel de licenciatura o equivalente.

Los niveles de calidad generalmente eran bajos, y se resent�an graves deficiencias provenientes de la ense�anza primaria.

La promoci�n de la cultura recibi� un impulso m�s institucional al crearse la Direcci�n de Patrimonio Cultural y Art�stico, que llev� a cabo programas propios y ajenos en coordinaci�n con FONAPAS. En promedio, se lleg� a la realizaci�n de un evento cultural diario, como exposiciones, representaciones, etc. M�s de 100 archivos municipales quedaron organizados y se establecieron 21 casas de cultura por diversos rumbos del estado. Pero sobre todo se realiz� una labor editorial sin precedente: aparte de folleter�a, se publicaron cerca de 300 obras relativas al Estado de M�xico. El esfuerzo permiti� "descubrir y difundir los aut�nticos valores que nos identifican como pueblo, con historia, con prosapia y con destino".

Las principales v�as de acceso a la capital del estado se ampliaron vistosamente. Por los cuatro vientos de la entidad se habilitaron 20 parques ecol�gicos recreativos, entre los que destaca el de Zacango, y se estrenaron m�s de 1 700 canchas deportivas. En varias de �stas y otras obras, as� como en manifestaciones pol�ticas, colabor� el restaurado Ej�rcito del Trabajo.

En el campo la producci�n del monocultivo maicero hubo de recibir las directrices del Sistema Alimentario Mexicano. Para 1981 las hect�reas cultivadas fueron 707 634 y el tonelaje de 2 002 604. Al parecer, se puso mayor empe�o en la distribuci�n de fertilizantes.


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