En el interludio de Mario Ramón Beteta


Programado para un sexenio completo, el gobierno de Mario Ram�n Beteta no dur� m�s de dos a�os (septiembre de 1987 a septiembre de 1989). A�n se especula sobre el s�bito corte. Varias opiniones apuntan a la intervenci�n del Ejecutivo federal, insatisfecho por el resultado electoral de 1988 en el estado. Por lo dem�s, el gobierno federal retir� desde un principio importantes apoyos. Concretamente, las participaciones estatales en impuestos federales disminuyeron en 51 000 millones de pesos, en tanto que 64 000 millones del Pacto de Solidaridad eran diferidos. Al mismo tiempo, el fen�meno inflacionario segu�a desalentando la inversi�n y malos temporales afectaban las zonas del agro mexiquense en 1988.

Con todo, Beteta no ponder� la adversidad. M�s bien se dedic� a una consulta popular permanente. Adem�s de audiencias p�blicas semanales y recorridos por la entidad, el gobernador se dej� ver, escuchar y ser interpelado a trav�s de la televisi�n y la radio. De tal manera que la orientaci�n de programas se fue derivando m�s a situaciones particulares de los municipios que a planes globales.

Incluso la atenci�n a la seguridad recay� con m�s �nfasis en los municipios al crearse los comit�s municipales para la prevenci�n de la delincuencia. Este asunto de la seguridad se tom� prioritario ante el incremento de asaltos y los abusos recurrentes de polic�as. Al respecto, varios ordenamientos legales promulgados en la gesti�n anterior resultaron inadecuados y volvieron a la discusi�n del Congreso local. Los centros de justicia se aumentaron; c�rceles y colegios de polic�as crecieron. Mas sigui� habiendo sobrecupo de reos. El desarrollo del distrito de riego en Zumpango y la restauraci�n de la cuenca del Alto Lerma fueron obras prioritarias. La segunda ya era una necesidad ecol�gica apremiante que implic� desazolvar largos tramos y emprender programas de tratamiento de aguas de drenaje y reforestaci�n masiva. Finalmente, la necesidad de planificaci�n y consulta concertadas entre el estado y el Distrito Federal cuaj� en el organismo Consejo del �rea Metropolitana. Pero por el momento mucho de lo iniciado se qued� a medias por la retirada del gobernador.


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