Triunfos y derrotas


Estando en esos afanes, Ray�n recibi� la noticia de que un ej�rcito ven�a a Toluca en auxilio de Porlier. Al saberlo �ste, sali� de Toluca, pero Ray�n lo hizo retroceder. Mand� entonces el caud�llo insurgente una parte de su gente a Lerma para contener el avance del realista Castillo Bustamante, quien, derrotado, tuvo que retirarse a Jajalpa y aguardar refuerzos de M�xico.

Penetraron finalmente los realistas al valle y los insurgentes se concentraron en Tenango. Se organiz� la defensa y rechazaron un primer ataque; pero despu�s la indisciplina de varios jefes, que en lugar de mantenerse en sus puestos se fueron a dormir, propici� una fatal sorpresa. Considerable fue la matanza y dispersi�n. Finalmente, se fueron reuniendo los sobrevivientes, desde luego los miembros de la Suprema Junta Nacional: Ray�n, Liceaga y Verdusco, quienes acordaron repartir las provincias en lucha: Liceaga se encargar�a de Guanajuato, Verdusco de Michoac�n, Morelos del Sur y Ray�n de M�xico, aunque este �ltimo se fue a su tierra, Tlalpujahua. Desde all� coordin� a los hermanos Polo, que continuaron la lucha por Aculco; a Epitacio S�nchez y Atilano Garc�a, que merodeaban Monte Alto, y a Jos� Cruz, que hacia guerrilla por Tenancingo.

En coordinaci�n con Ray�n, Benedicto L�pez, habiendo recuperado Zit�cuaro, desaloj� a los realistas de Malacatepec. Tambi�n Tenango volvi� al poder de la insurgencia. Mientras tanto, los insurgentes de �ad� asaltaban con �xito un convoy enemigo. Poco despu�s el cura Correa tambi�n atac� con fortuna otro convoy realista en Calpulalpan.

Ray�n prosegu�a en su intento de coordinar la revoluci�n manteniendo correspondencia con Morelos y los dem�s miembros de la Junta, as� como emprendiendo viajes. Adem�s de noticias y disposiciones, enviaba varios impresos que avivaban el fuego de la independencia. En varias ocasiones visita la hacienda de Sol�s, fuente de v�veres para sus tropas; acude otras tantas al pueblo de Aculco y al monte de �ad�, baluarte debido a Rafael Polo. La defensa era urgente, puesto que el enemigo ya hab�a incursionado hasta Arroyo Zarco y Atlacomulco. Pasando por Ixtlahuaca, el ej�rcito realista march� contra el Campo del Gallo, fortaleza de Tlalpujahua que cay� en mayo de 1813. �ad� correr�a la misma suerte.

Mas la guerra proseguir�a en estas tierras. Atilano Garc�a y Epitacio S�nchez a�n quedaban activos en Monte Alto y Villa del Carb�n. Francisco Ray�n infligi� serio descalabro a los realistas cerca de San Felipe y luego retom� Tlalpujahua. Por su parte, Ram�n Ray�n llev� a cabo una correr�a hasta Huehuetoca, donde sorprendi� y venci� al realista Ord��ez. Otro insurgente, el coronel Pedro Espinosa, bati� en Otumba una fuerza realista.

Ram�n Ray�n se instal� finalmente en C�poro, Michoac�n. Desde all� hizo una salida hasta Jilotepec. En C�poro se recibieron dos fatales noticias: una, que Francisco Ray�n hab�a sido fusilado en Ixtlahuaca, y la otra, que Morelos tambi�n era pasado por las armas en San Crist�bal Ecatepec, el 22 de diciembre de 1815. La antorcha de la insurrecci�n parec�a extinguirse, pero de las filas de los Ray�n saldr�a quien la tomara en su �ltimo relevo. Era un indio llamado Pedro Ascencio de Alquisiras. Se coordin� con Vicente Guerrero.


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