De las reformas casi todo qued� frustrado, pues los cambios resultaron prematuros. El sistema federal se vino abajo en el t�rmino de un a�o y en tal virtud el Estado de M�xico dej� de serlo para convertirse en Departamento de M�xico el 23 de octubre de 1835. Toluca se qued� vestida y alborotada, pues la ciudad de M�xico, in�tilmente reclamada por el federalismo, era restituida ahora como capital del Departamento de M�xico, que por otra parte se agrandaba con lo que hab�a sido el estado de Tlaxcala.
En el sistema centralista se establecieron juntas, luego asambleas departamentales, que en algunos aspectos funcionaron como las c�maras de diputados. El Departamento de M�xico tuvo organismos de esa naturaleza que produjeron ordenamientos legales de inter�s, relativos a los ayuntamientos y a la instrucci�n p�blica. En varias ocasiones, la Junta o Asamblea del Departamento de M�xico se mostr� atinada. As� pas� frente al Ayuntamiento de M�xico, al que la Junta reproch� la empleoman�a, es decir, el perpetuamiento de puestos y plazas in�tiles, as� como la creaci�n desenfrenada de dependencias y comisiones con su correspondiente caterva de "empleados".