Exiguo reparto y huelgas


Obreg�n hab�a prometido repartir la tierra. Lo hizo a manera de muestra. El Estado de M�xico conoci� entonces un exiguo reparto. Durante las dos gestiones de Abundio se concedieron, en el papel, 97 050 hect�reas. En el papel, porque en no pocos casos faltaba la posesi�n provisional, luego la confirmaci�n presidencial y por �ltimo la posesi�n definitiva. La mayor parte de las tierras adjudicadas eran de diversos rumbos, pero del sur zapatista muy poco. Reconociendo la "precaria situaci�n de los campesinos", el revolucionario G�mez declaraba que "la finalidad de la distribuci�n de tierras es nada menos que aumentar la producci�n". Y animaba a las comunidades rurales para que compraran tierra a los hacendados.

En el primer tiempo de la administraci�n gomista las huelgas proliferaban en las contadas industrias. Normalmente duraban alrededor de 10 d�as, sin que las demandas salariales, generalmente cumplimentadas, sobrepasaran el 10% de aumento. En la segunda fase de su administraci�n las huelgas se reducen ostensiblemente, aunque en una de ellas, la f�brica La Colmena, el paro se prolonga tr�gicamente. La disminuci�n de huelgas a partir de 1925 fue un fen�meno general del pa�s. Gobernaba Calles y contaba con Luis Morones.


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