Los problemas de la industria


Durante el periodo de Filiberto la industria vivi� variados sucesos. Primeramente el fisco dirigi� a �sta su atenci�n para extraer m�s pagos. La legislatura local expidi� dos leyes en ese sentido: una sobre la producci�n cervecera y otra sobre la textil. En aquel tiempo de aguda crisis tales medidas, aunadas a las demandas obreras, trajeron como resultado a mediados de 1930 el cierre de la Compa��a Cervecera Toluca y M�xico y de la F�brica de Hilados y Tejidos de Algod�n Mar�a, de Otzolotepec. Cerca de 1 000 obreros quedaron sin trabajo. Al a�o siguiente otras f�bricas tambi�n paraban o reduc�an su producci�n. Ni qu� decir de la miner�a, tan moribunda, que hubo de suprimirse el Distrito Obrero de El Oro.

Los dem�s centros fabriles tampoco parec�an estar en bonanza, pues la industria en general ven�a funcionando "con grandes trastornos en su marcha"; por ello sorprende la afirmaci�n del mismo Filiberto cuando declara que "no existe, propiamente dicho, el llamado problema de los sin trabajo". Ya en medio de los paros, el gobierno trat� de buscar remedio, dando un viraje; de modo que en marzo de 1931 se promulg� la primera Ley de Protecci�n a la Industria. Y al a�o siguiente el gobernador manifestaba su voluntad de "no poner diques a las ramificaciones de la industria [...] para evitar dentro de lo posible el serio problema de los sin trabajo".

Paralelamente el sindicalismo hab�a evolucionado en el �mbito nacional. La Confederaci�n Regional Obrera Mexicana se hallaba en una �poca de cierta desintegraci�n, a pesar de que, protegida por Calles, mantuviera su hegemon�a. Entre tanto, la Confederaci�n General de Trabajadores abandonaba su radicalismo, integr�ndose al juego pol�tico.


Índice generalAnteriorÍndice de capítuloSiguiente