Texcoco, la capital del se�or�o acolhua, ten�a fama de que sus gobernantes descend�an del gran chichimecatecuhtli, el caudillo X�lotl, quien arrib� al altiplano en los primeros a�os del siglo XIII. Entre sus soberanos distinguidos cont� al sabio poeta Nezahualc�yotl y a su hijo y sucesor, Nezahualpiltzintli. A la muerte de este �ltimo sus numerosos hijos aspiraban a sucederle en el gobierno texcocano. Fue la �poca en que llegaron los espa�oles y gobernaba entonces Cacama, apoyado por su t�o, Moctezuma II. Otros hermanos suyos, Coanacoch e Ixtlilx�chitl, deseaban regir el se�or�o y hab�an manifestado su inconformidad de diferentes maneras.
Cacama visit� a Cort�s durante la permanencia de �ste en Amaquemecan; deslumbr� a los espa�oles con la suntuosidad de su comitiva e invit� al capit�n a que visitara su ciudad. El conquistador acude a Texcoco, percibe su grandeza y se entera de las enemistades entre los hijos de Nezahualpiltzintli, circunstancias que aprovech� Cort�s en el momento adecuado.
La influencia de Cacama en la pol�tica de la Triple Alianza se deb�a a que formaba parte del grupo de consejeros de Moctezuma II. Al llegar los espa�oles, Cacama opin� que deber�a recib�rseles en Tenochtitlan; se les aprehender�a y se les regresar�a a las costas, por donde llegaron. Algunos aceptaron su propuesta, pero hubo opiniones en contra que encabez� Cuitl�huac, se�or de Iztapalapa, personaje identificado con los matlatzincas de Toluca y con el se�or de Coyoac�n. Cacama sostuvo su opini�n hasta que Cort�s encarcel� a Moctezuma. Poco despu�s har�a lo mismo con el texcocano, poni�ndole grilletes. Cuitl�huac ser�a el sucesor de Moctezuma.
Otro grupo importante, en particular en la pol�tica texcocana y en general en la de la Triple Alianza, fue el encabezado por el hermano de Cacama, Ixtlilx�chitl; �ste, disgustado porque su hermano qued� al frente del reino, se retir� a Otumba al frente de un poderoso ej�rcito. Enterado de la llegada de los extranjeros, quiso entrevistarse con ellos y les envi� embajadores para que les ofreciesen alojamiento si aceptaban pasar por Calpulalpan. Cort�s prefiri� otro camino e Ixtlilx�chitl se acerc� a Texcoco para observar las maniobras de los espa�oles. All� se encontr� con sus hermanos y otros parientes, quienes le pidieron olvidar sus rencores y aliarse en contra de los extra�os. Esa sugerencia no fue del agrado de Ixtlilx�chitl porque pensaba eliminar de cualquier forma a su hermano y asumir el poder.
Hubo que esperar un tiempo para destituir a Cacama. La oportunidad se present� cuando el texcocano quiso liberar a Moctezuma de la prisi�n "amistosa" en que lo ten�a Cort�s; �ste, no sin fundamento, pens� que Cacama se alzar�a en contra de los espa�oles y decidi� hacerlo prisionero. En esas condiciones morir�a durante los sucesos que conocemos ahora como la "Noche Triste".
El primer bautizo en Texcoco fue el de Tecocoltzin, que recibi� el nombre de don Fernando, pero muri� cuando Cort�s se dirig�a a Iztapalapa. Coanacochtzin, prisionero, form� parte de la comitiva de Cort�s a las Hibueras. Acusado de formar parte del complot encabezado por Cuauht�moc en contra de los espa�oles, fue llevado a la horca, de donde lo rescat� su hermano Ixtlilx�chitl, pero muri� debido a las lesiones que sufri� en el cuello, al ser colgado del �rbol. Inmediatamente Cort�s nombr� se�or de Texcoco a Ixtlilx�chitl. La ayuda de este pr�ncipe fue de vital importancia en el �xito de la conquista militar, sobre todo en el sitio a Tenochtitlan.
Mucho tiempo tuvo que esperar Ixtlilx�chitl para verse coronado se�or de Texcoco. Sus hermanos, los pr�ncipes aspirantes a la corona, hijos de Nezahualpiltzintli, fueron eliminados uno a uno hasta que lleg� el turno al elegido de los nuevos se�ores de la tierra. Por varios m�ritos Ixtlilx�chitl se gan� el aprecio de los conquistadores; sin embargo, para ser aceptado como fiel colaborador, fue necesaria su conversi�n al catolicismo. Ixtlix�chitl oblig� a Yacotzin, su madre, a que adoptara la nueva religi�n; ella cambi� su nombre ind�gena por el cristiano de Mar�a. A �sta se le conoce tambi�n con el nombre de Tlacoxhuactzin.
Consumado el triunfo hispano, la provincia de Texcoco-Aculhuacan fue repartida pronto en encomiendas. Hern�n Cort�s obtuvo la de la ciudad de Texcoco en los primeros a�os de colonizaci�n; esta posesi�n la disfrut� poco tiempo porque durante la gubernatura de la Audiencia, encabezada por Nu�o de Guzm�n, le fueron quitadas varias propiedades (entre ellas Texcoco) y pasaron a ser dominio de la Corona.