Sindicalizaci�n y reparto agrario


Obreg�n emprendi� de inmediato el reparto de tierras a los campesinos y propuso validar los art�culos 3, 27 y 123 de la Constituci�n, gan�ndose con ello el apoyo de las agrupaciones obreras.

Para suceder a Labastida triunf� Basilio Vadillo; pero los seguidores de Salvador Escudero, uno de los perdedores, se inconformaron con los resultados, desconocieron al gobernador Labastida y, el 1 de marzo de 1921, mientras Vadillo tomaba posesi�n de su cargo en Guadalajara, Escudero y sus candidatos a la XXVII Legislatura de Jalisco, realizaban una ceremonia similar en Chapala. Fue necesario el expl�cito respaldo de Obreg�n a Vadillo para que Escudero y los suyos arriaran banderas.

Sin embargo, el nuevo gobernador no pudo ejercer sus funciones en paz ante las correr�as por Autl�n del c�lebre bandolero Pedro Zamora y de otras gavillas. Aunado a esto, una huelga ferrocarrilera empeor� la situaci�n urbana, que ya se hab�a vuelto de por s� cr�tica tras el cierre de algunas industrias y el despido de un crecido n�mero de trabajadores.

Como la jerarqu�a eclesi�stica no hab�a cejado en su prop�sito de organizar una central obrera que contrarrestara al "sindicalismo rojo", en octubre de 1921 fue celebrado en Guadalajara el Congreso de Obreros Libres con representantes de todas las uniones cat�licas del pa�s. Dicho Congreso emiti� una condena a los "obreros rojos" de la CROM y de la reci�n creada Confederaci�n General de Trabajadores (CGT), y se vot� en favor del mutualismo como forma de organizaci�n laboral, con el consiguiente rechazo al sindicalismo.


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