Guadalajara, su crecimiento


La a�eja y continuada inseguridad rural, aunada a las enormes ventajas de las ciudades en cuanto a servicios, constituyeron un factor de primera importancia para fomentar la migraci�n a los centros urbanos. Guadalajara fue evidentemente uno de los lugares preferidos, como lo constatan los siguientes datos: en 1921 ten�a 143 mil pobladores; en 1930, 180 mil, y en 1940, 240 mil, aproximadamente. Se increment�, en consecuencia, la demanda de viviendas, lo que provoc� que se construyeran muchas casas para alquiler y surgieran nuevos fraccionamientos en terrenos aleda�os. Algunas industrias jaboneras y aceiteras tambi�n abandonaron el medio rural, pues �ste ya no era propicio para su expansi�n y desde Guadalajara era mucho m�s f�cil vender y aun conseguir materias primas.

El cultivo del agave continu� siendo un rengl�n de crecientes ingresos para la econom�a estatal. El tequila producido en la regi�n que le dio su nombre y tambi�n en Los Altos, gracias al ferrocarril y a la carretera, se distribu�a por todo el pa�s y empezaba a penetrar en Estados Unidos, mientras el mezcal, m�s limitado en su producci�n, se comercializaba localmente.

El gobierno del estado, por su parte, tuvo una decisiva intervenci�n en beneficio de la industria a pesar de los pocos organismos bancarios existentes para financiar esta actividad. En marzo de 1930, el gobernador Jos� Mar�a Cu�llar promovi� la creaci�n del Banco Refaccionario de Jalisco con 80% de capital gubernamental y el resto de particulares. Asimismo, se instituy� la Almacenadora Jalisco, una corporaci�n financiera no bancaria. De igual modo y por �nica vez, se fund� un banco con su central fuera de Guadalajara: el Banco Mercantil y Refaccionario de Occidente, cuya sede estuvo en Ciudad Guzm�n, pero en 1937 se fusion� con el Refaccionario de Jalisco.

Por otro lado, en abril de 1934, el gobierno federal dio vida a Nacional Financiera, a fin de fomentar la inversi�n y ayudar a otros centros financieros privados a deshacerse de inversiones de valores con garant�a en propiedades.

A pesar de que en 1934 se llev� a cabo la Tercera Convenci�n Nacional Bancaria en Guadalajara, donde se habl� de la situaci�n internacional y de la plata, del papel de la banca central y de las instituciones financieras no bancarias, el crecimiento de esta actividad fue lento en Jalisco durante esta �poca. Incluso, de las diversas instituciones oficiales de cr�dito creadas en la capital del pa�s, s�lo se cont� en la entidad con una sucursal del Banco Nacional de Cr�dito Ejidal, cuyos recursos fueron excesivamente limitados para que constituyeran un aliento que se dejara sentir.

La sucesi�n de Topete produjo desde principios de 1938 nueva ebullici�n en Jalisco, no tanto por ver a qui�n postulaba el ahora llamado Partido de la Revoluci�n Mexicana (PRM), pues pronto se perfil� Silvano Barba Gonz�lez como el m�s viable en virtud del abierto apoyo del presidente C�rdenas y de la Federaci�n de Trabajadores de Jalisco (FTJ), sino porque contendi� en las urnas con el antiguo y prestigiado villista Juli�n Medina, quien fue propuesto por el Partido Socialista Reivindicador.

De cualquier manera, Barba Gonz�lez result� triunfador y tomo el cargo el 1 de marzo de 1939, pero en una atm�sfera poco tranquila a causa de la inmediata sucesi�n presidencial. Por un lado, con el respaldo del Partido del Pueblo, Juan Andrew Almaz�n contaba con muchos simpatizantes y, por el otro, Francisco J. M�jica y Manuel �vila Camacho se disputaban la postulaci�n del PRM. Finalmente, la l�nea moderada de �vila Camacho se considero muy conveniente para los tiempos de guerra que se vislumbraban.


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