El cura de Tepic, don Jos� Mar�a V�zquez Borrego, escribi� en 1826:
Don Ildefonso Rivas tom� empe�o en que se indultaran; habl� con Gamboa que era el Jefe de ellos; les escribieron tambi�n los Presb�teros D. Agust�n de la Pe�a y D. Santiago Jaime; se�alaron d�a y lugar y el resultado fue que se indultaron cosa de 200 porque los dem�s recelaron.
El Comandante, que lo era ya D. Joaqu�n Mondrag�n, Coronel, los recibi� muy bien. Este vecindario los socorri�, los indios se retiraron a sus respectivas misiones y los dem�s eligieron la Misi�n de Ixcatl�n para vivir. Se recomendaron a Fray Rudecindo Angl�s, misionero, y se les puso de Comandante al mismo Gamboa que hab�a sido su General.
A poco tiempo y cuando menos se esperaba, Loreto, que hab�a sido Capit�n de ellos, asociado con otros, asesin� a Gamboa y apres� a Fray Rudecindo. Loreto se vino a saquear la Hacienda de D. Ildefonso Rivas; �ste, receloso, estaba all� con tropa; dispers� la gavilla, apres� a Loreto, quien muri� aqu� fusilado; y la tropa que sali� de esta plaza rescat� al religioso Angl�s. Siguieron haciendo da�o por la sierra hasta el a�o de 19 que por �ltimo cayeron a la Hacienda de dicho Rivas y asesinaron ferozmente a cuatro de sus sirvientes.
Por lo expuesto fue necesario mantener aqu� una fuerza y otra en la Sierra desde el a�o de 11 al de 19 que se sosegaron. Fuerza que cost� muchos miles y padecimientos a esta poblaci�n, que a m�s de esto sent�a los sacrificios a que la obligaba la conducci�n de tantas cosas que se llevaron de San Blas para Chapala.
El a�o de 20 fue m�s benigno. En 19 de junio se public� la Constituci�n Espa�ola con aplauso general. En abril de 21 se puso aqu� todo cuidado en conservar el orden que peligraba por la exaltaci�n de pasiones, por las noticias confusas que llegaban del movimiento del Sr. Iturbide y porque se presentaban como muy pr�ximos los robos y deg�ellos del a�o de 10 a que se aplican los que no tienen honor y oficio y que abundan desgraciadamente en toda poblaci�n.