EN EL NORESTE DE M�XICO, y particularmente en Nuevo Le�n, la lucha entre colonizadores e indios en toda la �poca colonial y durante casi todo el siglo XIX fue continua. Ya hemos dicho que esta regi�n era llamada "tierra de guerra viva", esto es, ininterrumpida. Por espacio de casi doscientos a�os los alzamientos de los indios y su batida contra los ganados o sobre las poblaciones hab�an sido ocasionados por grupos o "naciones", como se dec�a entonces, de esta zona. Cr�nicas e informes de la �poca est�n llenas de relatos sobre estos asaltos.
Originalmente era obligaci�n de cada vecino tener armas suficientes y estar listo para contrarrestar en cualquier momento estos ataques. Con el establecimiento, en 1762, de las Compa��as Presidiales, se consigui� que la defensa fuese m�s efectiva. Esta protecci�n militar organizada dio origen, entre otras causas, a que los ind�genas locales fueran desapareciendo. Pero, al mismo tiempo, la colonizaci�n blanca en los Estados Unidos obligaba a los indios de aquel territorio a un desplazamiento hacia el sur.