La ocupaci�n de la ciudad de Monterrey oblig� a Ju�rez a emprender su peregrinar hacia el norte. Sus relaciones con Vidaurri hab�an venido enfri�ndose. El gobierno federal hab�a dado facultades al caudillo norte�o para el manejo de los fondos de las aduanas fronterizas, desde Piedras Negras hasta Matamoros, a fin de que pudiera mantener la defensa contra las incursiones de los indios. La nueva situaci�n internacional requer�a de estos ingresos que Vidaurri se empe�aba en seguir controlando. Por lo dem�s, era manifiesto en �l un marcado caciquismo, que no toleraba intromisi�n federal en su peque�o feudo.
La instalaci�n del gobierno nacional en Saltillo recrudeci� el problema. Vidaurri permiti� la entrada de la Divisi�n Doblado a Monterrey. Don Benito Ju�rez arrib� a la ciudad el 12 de febrero de 1864 y sostuvo con el gobernador una breve y enojosa entrevista, condicionada al retiro de las fuerzas federales y en la cual no fue posible acuerdo alguno. Ju�rez tom� entonces dr�sticas medidas contra el rebelde norte�o. Vuelto a Saltillo, decret� la separaci�n de los estados de Nuevo Le�n y Coahuila, que aquel hab�a mantenido unidos durante ocho a�os. Obligado Vidaurri a salir por Piedras Negras a Texas, Ju�rez instal� su gobierno en Monterrey, el 3 de abril. Durante su permanencia en Nuevo Le�n, design� como gobernadores, primero, a Jes�s Mar�a Ben�tez y Pinillos, y despu�s a Manuel Z. G�mez. Uno de los ministros juaristas, Guillermo Prieto, public� en Monterrey el peri�dico titulado El cura de Tamaj�n que, en versos jocosos, fustig� y ridiculiz� a los imperialistas.
El avance de la ocupaci�n extranjera se hac�a incontenible. Tom�s Mej�a se apoder� de la plaza de Matamoros, que en ese tiempo era puerto de altura. La movilizaci�n enemiga sobre la capital nuevoleonesa oblig� al presidente a salir de �sta el 15 de agosto. Monterrey hab�a sido la capital de la rep�blica durante m�s de cuatro meses. En el trayecto de su salida Ju�rez fue hostilizado por Juli�n Quiroga, quien con Vidaurri firm� en Salinas Victoria su adhesi�n al imperio y contribuy� a la ocupaci�n de Monterrey por el jefe franc�s Armando de Castagny. Maximiliano dio nombramiento a Vidaurri como consejero imperial y, poco despu�s, como ministro de Hacienda.
