Cuando se acercaba el fin del r�gimen de Venustiano Carranza, Alvaro Obreg�n en un manifiesto se declar� candidato, a la vez que atac� al presidente. Otro aspirante, apoyado por la Liga Democr�tica, fue el general nuevoleon�s Pablo Gonz�lez. El presidente Carranza, por su parte, postul� al ingeniero Ignacio Bonillas.
Argumentando violaci�n de la soberan�a de Sonora, por la movilizaci�n de fuerzas sobre ese estado, Adolfo de la Huerta, secundado por Plutarco El�as Calles, proclam� el Plan de Agua Prieta, desconociendo a Carranza. Este se vio precisado a trasladar los poderes a Veracruz, pero en el trayecto, en Tlaxcalantongo, fue asesinado. De la Huerta fue declarado presidente provisional el 30 de noviembre de 1920.
El Plan de Agua Prieta tuvo en Nuevo Le�n mucho adeptos. Uno de los acontecimientos de mayor resonancia fue el consejo de guerra a que fue sometido en Monterrey Pablo Gonz�lez por su adhesi�n al plan. Result� involucrado en el movimiento contra el gobierno, secundado en la regi�n por los generales Ricardo Gonz�lez, Carlos Osuna, Jes�s Guajardo, Ireneo Villarreal y otros. El 18 de julio de 1920 fue instalado el consejo en el teatro Progreso, de las calles de Zaragoza y Padre Mier, presidido por Ferm�n Carpio. En esa misma fecha fue fusilado el general Jes�s Guajardo, aprehendido el d�a anterior por su participaci�n antigobiernista y por su intervenci�n en la muerte de Emiliano Zapata.
No obstante la defensa en la que destac� la del notable jurista Virgilio Garza, don Pablo fue condenado a muerte; pero el d�a 20 fue recibida de M�xico la orden de indulto y el general Gonz�lez sali� a los Estados Unidos como desterrado pol�tico.
Conforme a uno de los art�culos del Plan de Agua Prieta, el 13 de mayo de ese a�o hab�a asumido el gobierno de Nuevo Le�n el general Porfirio G. Gonz�lez. La inestabilidad pol�tica se hizo latente cuando, en febrero de 1921, fue sustituido por Juan M. Garc�a, con car�cter de constitucional y �ste a su vez fue sucedido en calidad de interino por el doctor Ramiro Tamez. �poca de lucha pol�tica apasionada y violenta, se recrudeci� la situaci�n en 1923, a�o en el cual lleg� a haber dos legislaturas y hasta tres gobernadores simult�neamente.