Real de Catorce


El descubrimiento y explotaci�n del mineral de Catorce es un hito en el periodo virreinal. Se trata de un suceso equiparable al descubrimiento de las vetas en el Cerro de San Pedro que originara el ulterior poblamiento y conquista de la regi�n del Altiplano.

El mineral de Catorce se descubri� hacia 1772 y, entre los descubridores, podemos mencionar a Sebasti�n Coronado y Manuel Mart�nez. Se sabe tambi�n que la primera veta, aunque era rica, se fue a pique por haberse trabajado de manera deficiente. Cabe aqu� reflexionar un instante sobre este fen�meno, ligado estrechamente a la historia de las tecnolog�as en la regi�n. A diferencia de otros centros de producci�n minera, Guanajuato o Pachuca por ejemplo, los problemas por falta de t�cnicas adecuadas fueron constantes. Influ�an en esto tres factores primordiales: la lejan�a de los centros de poder virreinal y las disposiciones emanadas de esta circunstancia, las constantes amenazas de guerra y el tipo de concesionario, defensor de intereses personales antes que promotor de ideas y desarrollos sociales.

No obstante, en el caso de Real de Catorce se puede observar una mayor congruencia en sus sistemas de explotaci�n y en el establecimiento de sus redes de abasto. La prueba m�s palpable es el hecho de que se convirti� en uno de los principales centros mineros de todo el virreinato a finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Alrededor de 1778 se descubrieron m�s vetas. El nombre que recibi� el lugar fue Real de Minas de Nuestra Se�ora de la Limpia Concepci�n de Guadalupe de los �lamos de Catorce, pero con el tiempo se le llam� simplemente Real de Catorce, que es como hoy lo conocemos. Su establecimiento y desarrollo se encarg� a Silvestre L�pez Portillo, experimentado minero —y esto marca la diferencia— que hab�a trabajado en los reales de Guanajuato, Guadalc�zar y Cerro de San Pedro. �ste puso su mejor empe�o por lograr que se asentase la poblaci�n, por suplirla en tiempos de escasez y apoyarla en sus mayores dificultades, que fueron muchas si se piensa por ejemplo en la epidemia de tifo o tabardillo que lleg� a Catorce en 1786.

En estas minas se sacaba plata nativa, sulf�rea y c�rnea, cobre virgen, plomo puro, azufre sin mezcla, magistral, salitre, mercurio, asbesto, amianto y serpentina. La riqueza del nuevo mineral produjo la afluencia de numerosas personas de todo tipo, lo mismo mineros viejos y experimentados que novatos, aventureros, comerciantes, bachilleres, m�dicos y los franciscanos de Charcas que intentaron, por poco tiempo, mantener su jurisdicci�n. La mayor parte de los primeros mineros no ten�a recursos suficientes para explotar las minas, y el lugar tampoco era hospitalario: fr�o, �rido y sin v�as de comunicaci�n; sin embargo, los vecinos contribuyeron a las obras p�blicas con el producto de su trabajo en las minas, principalmente de conducci�n de agua y caminos, y tambi�n se levant� una capilla y un hospital. Silvestre L�pez Portillo fue recompensado por su labor con el grado de coronel de la legi�n de San Carlos y caballero de la orden de Carlos III.

La organizaci�n social as� como la creciente riqueza extra�da de los minerales propici� la construcci�n de obras importantes: parroquia, palenque, teatro y plaza de toros. Gener�, al mismo tiempo, una intensa actividad comercial. En 1795 se calculaba la poblaci�n de Real de Catorce en 15 000 personas.

La producci�n minera en las dos �ltimas d�cadas del siglo XVIII coloc� a San Luis Potos�, gracias a los descubrimientos y aprovechamiento de los minerales de Real de Catorce, entre las provincias m�s ricas del virreinato.


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