Cifras y distanciamientos


En los albores de la revoluci�n de 1910, los 26 000 trabajadores de San Luis Potos� que no se dedicaban a labores agr�colas y ganaderas representaban el 14% de la poblaci�n econ�micamente activa. A pesar de la importancia de las actividades industriales, San Luis Potos� era eminentemente rural. A principios de siglo, el valor de la producci�n agr�cola duplicaba al de la minera y el 80% de los potosinos viv�a en un campo cuyos rasgos dominantes, como en el resto del pa�s, eran la pobreza y la concentraci�n de la propiedad en unas cuantas familias poderosas y estrechamente vinculadas. La mayor parte de las familias que conformaban la sociedad rural de San Luis Potos� carec�a de tierras, mientras que los hacendados, propietarios de m�s del 80% de la totalidad del territorio potosino, representaban un m�nimo porcentaje de la poblaci�n.

Junto a los hacendados locales se encontraban los extranjeros, principalmente estadounidenses que detentaban sus propiedades a trav�s de corporaciones; por ejemplo, la Compa��a Manufacturera y Desarrolladora, que pose�a el Ingenio Rasc�n, junto con la R�o Tamasopo Sugar Company, due�a del ingenio de Agua Buena, ten�an una enorme influencia en el control de la explotaci�n ca�era. Los ingleses tambi�n ten�an importantes inversiones agr�colas, en especial The Salinas of Mexico Limited, due�a de una enorme finca salinera.

Desde su construcci�n, las empresas estadounidenses controlaban la red ferroviaria de San Luis Potos� y sus estados vecinos. Del total de las inversiones de ese pa�s en M�xico, el 83% estaba en los ferrocarriles y la miner�a, dos de los componentes importantes de la infraestructura econ�mica de San Luis Potos� durante el porfiriato.

Los grandes propietarios y comerciantes de San Luis Potos�, como los hermanos Espinosa y Cuevas, utilizaron la red ferrocarrilera para establecer un negocio de exportaci�n de tomate v�a Tampico as� como para comerciar en ganado, pieles, henequ�n, algod�n, naranja, lima, lim�n, papaya, ciruela, vainilla, arroz y cebada. Para el mercado interno, los grandes hacendados del estado produc�an ventajosamente art�culos b�sicos como ma�z y frijol, con una protecci�n del 100% en la tarifa de importaci�n de v�veres de competencia que sufr�an bajas de precio en el mercado mundial.

Entre 1876 y 1910, el precio del ma�z aument� 108%, el del frijol 163% y el del chile 147%. Ya que los salarios aumentaron s�lo 60% durante el mismo periodo, el ingreso real de los trabajadores sufri� una depresi�n estimada en 57%. Estas cifras revelaban, a la par que una crisis econ�mica generalizada, un distanciamiento entre las capacidades adquisitivas de los distintos sectores de la sociedad.

La creciente competencia por los empleos, particularmente en el campo, seg�n las cr�nicas aparecidas en el peri�dico El Estandarte, revelaba tambi�n una contracci�n del mercado laboral. En San Luis Potos�, los obreros "entraban y sal�an" del estado en busca de trabajo. Los trabajadores agr�colas emigraban hacia el norte para obtener un empleo y muchos de ellos se internaron en los Estados Unidos.

El factor econ�mico y social de la inversi�n extranjera no s�lo favoreci� muchos aspectos de la producci�n y las capacidades de desplazamiento de bienes y personas, sino que puso de manifiesto el anquilosamiento y la inmovilidad de las estructuras pol�ticas. Pocas familias se beneficiaron de las fuertes inversiones en infraestructura y mantuvieron sus viejos sistemas de explotaci�n, tanto de recursos materiales como humanos. La riqueza, lejos de convertirse en un elemento de balance social, al concentrarse en un grupo reducido ahondaba las diferencias sociales, particularmente en las vastas �reas rurales.


índice generalAnterioríndice de capítuloSiguiente