V�as de conciliaci�n: la institucionalizaci�n vertical y los desaf�os de la democracia


En 1967 se inaugur� un nuevo gobierno, el del licenciado Antonio Rocha, quien aplic� una pol�tica de reconciliaci�n. Promovi� la formaci�n de patronatos para obras sociales y culturales e invit� a participar a destacados dirigentes de la oposici�n. Comenz� a impulsar una institucionalidad pol�tica que fuera incluyente y que creara una clase pol�tica local ajena a los cacicazgos. El r�gimen de Rocha mantuvo los mecanismos tradicionales de control pol�tico y su misma designaci�n fue decisi�n del poder pol�tico central. As� surgi� una nueva institucionalidad autoritaria en San Luis Potos�. Durante su gobierno, la oposici�n se manifest�, como en muchas otras partes del pa�s, desde la izquierda universitaria y se vincul� a las demandas populares urbanas y los movimientos campesinos. Ya no era la izquierda de los obreros de la Cooperativa Atlas, de los ferrocarrileros o los mineros, sino principalmente de los sectores magisterial y estudiantil. El gobernador trat� de evitar confrontaciones que abrieran las heridas recientes; cauto, impuls� obras importantes de remodelaci�n en la capital que fueron una revaloraci�n simb�lica del espacio urbano donde hab�a surgido el movimiento pol�tico de finales de los cincuenta.

A pesar de las diferencias de actitud y de or�genes pol�ticos, sobre todo si se piensa en el �ltimo de ellos, los tres reg�menes de gobierno que terminaron consecutivamente sus periodos constitucionales de seis a�os —Antonio Rocha (1967-1973), Guillermo Fonseca (1973-1979) y Carlos Jonguitud Barrios (1979-1985)— llevaron a cabo numerosas obras p�blicas tanto de infraestructura como en el �rea de servicios.

Durante esos a�os, los gobiernos federales apoyaron el proyecto de irrigaci�n llamado Pujal-Coy, que se propon�a abarcar 720 000 ha en la planicie costera del Golfo, en una regi�n que comprende el este de San Luis Potos�, el norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas y parte del estado de Hidalgo y que aprovechaba el terreno de los r�os Tamap�n-Moctezuma-Tames� y algunas lagunas. En el r�gimen de L�pez Mateos se iniciaron los trabajos para desarrollar el proyecto de la presa del Pujal y, en 1964, se expropiaron por decreto presidencial 170 000 ha de la Huasteca potosina; sin embargo, la oposici�n de los ganaderos regionales logr� que el presidente D�az Ordaz diera marcha atr�s al decreto. El gobierno de Echeverr�a retom� el proyecto y, en enero de 1973, por decreto presidencial se afectaron 72 000 ha. Los decretos iban y ven�an, pero con ello, las bases del poder regional de Gonzalo N. Santos fueron desmanteladas. En 1979, el presidente L�pez Portillo expropi� 238 000 ha. Estos terrenos estaban dedicados a la ganader�a extensiva y ten�an grandes �reas cubiertas de selva. De esta manera, en San Luis fueron afectados los municipios ganaderos m�s importantes de la Huasteca: El �bano, Tamu�n y San Vicente Tancuayalab.

El proyecto de Pujal-Coy pretend�a modificar el cambio de uso de suelo, pasar de la ganader�a extensiva a la agricultura intensiva de riego, lo que, a su vez, estimular�a los cambios en la regi�n, como en la tenencia de la tierra, la redistribuci�n de la poblaci�n, el aumento de la producci�n y la inversi�n en infraestructura. Por m�ltiples causas, el proyecto no logr� sus metas. Da�os ecol�gicos graves, problemas sociales complejos y resultados econ�micos escasos contrastan con los profundos efectos pol�ticos que terminaron por modificar las relaciones de poder en el estado, con un costo, eso s�, muy elevado.

La estabilidad pol�tica evidenciaba una institucionalidad en ciernes, que permiti� el remplazo de los grupos en el poder; empero, una asignatura pendiente no tard� en volver en la d�cada de los ochenta. La atm�sfera internacional del fin de la guerra fr�a, as� como el inicio de las transiciones democr�ticas en muchos pa�ses de reg�menes autoritarios, se entrelazaron con el surgimiento vigoroso de movimientos pol�ticos en todo el pa�s que demandaron una profunda reforma democr�tica. En San Luis Potos�, los viejos luchadores sociales fueron vistos como precursores y el doctor Salvador Nava reapareci� en el escenario pol�tico al frente de la oposici�n, esta vez con una presencia decidida del PAN, del PDM, del Frente C�vico Potosino y, m�s tarde, del PRD. La sociedad regional empez� a replantear su vida pol�tica: democratizar los procesos y ciudadanizar los organismos electorales fueron tareas a las que se entreg� una parte considerable de la comunidad potosina. Un poco antes de morir en 1992, el doctor Nava escribi�: "Comenzamos hace 35 a�os. No nos hemos desviado ni doblegado. Estamos m�s cerca, menos lejos, somos hoy m�s mexicanos. Antes �ramos menos. Quisiera ver con mis ojos esa democracia, es mi �nica aspiraci�n".

Comenz� el dif�cil camino de dar vida a una cultura pol�tica. La exigencia de reformas profundas y de practicar, a la vez, la tolerancia es un reto que a�n debe resolver San Luis Potos�; para lograrlo, tendr� que asumir tambi�n el desaf�o que le hacen las profundas desigualdades econ�micas y sociales que ubican al estado entre los de mayor marginalidad.

San Luis Potos� es por mucho una historia de rutas, de norte a sur y de este a oeste, pero tambi�n del centro a la periferia y viceversa. Sus regiones contrastantes han logrado complementarse: frontera cultural, territorio de entrecruzamientos, su vocaci�n antigua que amalgama los grandes trazos nacionales es una de sus mayores riquezas.


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