Las fuentes para documentar este periodo en el territorio del actual estado
de San Luis Potos� son escasas. Para los huastecos contamos con algunas referencias
indirectas en autores virreinales, como fray Bernardino de Sahag�n, Historia
general de las cosas de la Nueva Espa�a; fray Diego Dur�n, Historia de
las Indias de Nueva Espa�a e Islas de la Tierra Firme (M�xico, Porr�a, 1984);
fray Juan de Torquemada, Monarqu�a Indiana (M�xico, 1975); Fernando de
Alva Ixtlilx�chitl, Obras hist�ricas (Edici�n de Edmundo O'Gorman, M�xico,
1975); Hernando Alvarado Tezoz�moc, Cr�nica mexicana (M�xico, 1980);
Francisco L�pez de G�mara, Historia de la Conquista de M�xico (M�xico,
1988); fray Toribio de Benavente, Historia de los Indios de la Nueva Espa�a
(M�xico, 1984); fray Nicol�s de Witt (v�ase su correspondencia en Epistolario
de la Nueva Espa�a, de Francisco del Paso y Troncoso, M�xico, Antigua Librer�a
Robredo de Jos� Porr�a e Hijos, 1942); fray Agust�n Vetancourt, Cr�nica de
la provincia del Santo Evangelio del Orden de San Francisco; Domingo Francisco
de San Ant�n Chimalpain, Ocho relaciones hist�ricas; y Diego Mu�oz Camargo,
Historia de Tlaxcala. La Historia de San Luis Potos�, de Primo
Feliciano Vel�zquez, aborda la �poca prehisp�nica con escasos elementos documentales
dispersos; sus avances de investigaci�n han servido de base y han arrojado luz
sobre otras pistas para investigaciones posteriores. Entre los trabajos escritos
recientemente en relaci�n con la Huasteca, destaca la obra de Miguel Le�n-Portilla,
Los Informantes de Sahag�n, que recoge algunos pasajes relativos a los
huastecos; sin embargo, hasta ahora el mayor esfuerzo por hacer una historia
de la Huasteca en la �poca prehisp�nica corresponde a Lorenzo Ochoa, Historia
prehisp�nica de la huaxteca (M�xico, UNAM
, 1984) y Huastecos
y totonacos (M�xico, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1989).
De reciente aparici�n, est� el libro de Alfredo L�pez Austin y Leonardo L�pez
Luj�n, El pasado ind�gena (Fideicomiso Historia de las Am�ricas, Serie
Hacia una Nueva Historia de M�xico, El Colegio de M�xico, FCE, 1996), donde
se encuentran los �ltimos avances acerca del tema.
Los testimonios que hay sobre los chichimecas son muy escasos. La obra de Gonzalo
de las Casas, Guerra Chichimeca en el siglo XVI
; (Guadalajara,
Instituto Jalisciense de Antropolog�a, Universidad de Guadalajara, 1994) es
de los pocos relatos directos que se conservan. Fray Antonio Tello, en su Cr�nica
miscel�nea de la Provincia de Jalisco, habla ya de los guachichiles al narrar
la peregrinaci�n de los mexicanos de Aztl�n en el siglo XII
. Cr�nicas
m�s tard�as, como la de fray Juan Guadalupe Soriano, Dif�cil tratado del
arte, y uni�n de los idiomas othomii y pamee cuyos dos idiomas se aprenden por
unas mismas reglas, para la f�cil y necesaria administraci�n de las misiones
de la Sierra Gorda, ofrecen una relaci�n m�s estructurada y definida de
los chichimecas. Otros autores, como Primo Feliciano Vel�zquez en su obra citada
Historia de San Luis Potos�, rescata diversas fuentes que se refieren
a este antiguo grupo prehisp�nico que habit� en la Mesa Central del norte de
la actual Rep�blica mexicana. Entre los enfoques recientes m�s interesantes
sobre estos indios antiguos est�n los estudios de Heidi Chemin Bassler, Los
pames septentrionales de San Luis Potos� (M�xico, Instituto Nacional Indigenista,
1984), Fran�ois Rodr�guez Loubet, Les chichimeques. Arch�ologie et etnohistoire
des chasseurs-collecteurs du San Luis Potos�, Mexique (M�xico, Centre Fran�ais
D'�tudes Mexicaines et Centramericaines, 1985) y Dominique Michelet, Rio
Verde, San Luis Potos� (M�xico, Instituto de Cultura de San Luis Potos�,
Lascasiana, Centre Fran�ais D'�tudes Mexicaines et Centramericaines, 1996).