Hern�n Cort�s, en sus Cartas de relaci�n, y Bernal D�az del Castillo, en su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva Espa�a, narran la entrada de los espa�oles a la Huasteca. Primo Feliciano Vel�zquez, en su Historia de San Luis Potos�, hace un acopio de los testimonios documentales de la �poca para reconstruir la historia en este periodo de la historia virreinal. Asimismo la Historia de Valles de Joaqu�n Meade constituye un texto valioso para el periodo. El relato de viajeros como Juan Chilton, notable relaci�n de Juan Chilton acerca de los habitantes, costumbres, ciudades, riquezas y dem�s cosas particulares de la Nueva Espa�a y otras provincias de las Indias Occidentales, vistas y anotadas por �l mismo en los viajes que hizo por aquellas partes durante diecisiete o dieciocho a�os" (Bolet�n de la Sociedad Mexicana de Geograf�a y Estad�stica vols. 1 y 11,1869-1870), aportan un testimonio diferente sobre la regi�n que permite una mirada m�s fresca.
El Epistolario de la Nueva Espa�a (M�xico, Antigua Librer�a Robredo
de Jos� Porr�a e Hijos, 1940) en 16 vol�menes, y los Papeles de la Nueva
Espa�a, compilados por Francisco del Paso y Troncoso, aportan documentos
importantes para la historia de M�xico durante el periodo virreinal (en nuestro
caso principalmente para la regi�n Huasteca durante el siglo XVI
)
que se encuentran en el Archivo General de Indias de Sevilla. Estos testimonios
permiten el acercamiento a la vida cotidiana en la Nueva Espa�a.
Para una historia de la evangelizaci�n de este territorio, la obra de Benito L�pez Velarde, Expansi�n Geogr�fica Franciscana en el hoy norte central y oriental de M�xico (M�xico, Universidad Pontificia de Propaganda Fide, 1964) estudia la expansi�n geogr�fica de las provincias franciscanas de El Santo Evangelio de M�xico con su custodia de Tampico, San Francisco de Zacatecas, San Pedro y San Pablo de Michoac�n con su Custodia de R�o Verde, y Santiago Ap�stol de Jalisco en Coahuila, y expansi�n de los Colegios Apost�licos de la Santa Cruz de Quer�taro y Guadalupe de Zacatecas. La Cr�nica de la Provincia de N.S.P.S. Francisco de Zacatecas, de fray Jos� de Arlegui, habla de las primeras fundaciones franciscanas en lo que actualmente es San Luis Potos�. Aunque las fechas que se�ala pueden parecer poco probables, no tenemos hasta ahora otra forma de documentar estos establecimientos.
Para estudiar el conflicto de espa�oles y chichimecas hay que acudir a la Guerra chichimeca de Gonzalo de las Casas. En este siglo, las obras de Philip Wayne Powell, La Guerra Chichimeca [1550-1600] (M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, Secretar�a de Educaci�n P�blica, 1984) y Capit�n mestizo: Miguel Caldera y la frontera norte�a. La pacificaci�n de los chichimecas [1548-1597] (M�xico, Fondo de Cultura Econ�mica, 1980) contribuyen a la historiograf�a regional por la investigaci�n profunda que contienen y que propicia una reflexi�n metodol�gica distinta sobre el problema chichimeca. Asimismo, la Colecci�n de documentos para la historia de San Luis Potos�, de Primo Feliciano Vel�zquez (San Luis Potos�, Archivo Hist�rico del Estado de San Luis Potos�, 1985) permite la consulta de documentos virreinales que hoy se encuentran perdidos, tal vez irremisiblemente.
El Acta de fundaci�n del pueblo de San Luis..., del 3 de noviembre de 1592 (Ms. Museo Regional Potosino, San Luis Potos�), localizada por Primo Feliciano Vel�zquez, esclareci� la fecha de fundaci�n del pueblo de San Luis Potos�, que otros autores hab�an establecido en fechas m�s tempranas.
Peter Gerhard escribi� tres vol�menes para auxiliar a los estudiosos en el conocimiento y comprensi�n de la geograf�a hist�rica de la Nueva Espa�a; los dos primeros se refieren a las regiones que actualmente comprenden el centro y el sureste de M�xico; Geograf�a Hist�rica de la Nueva Espa�a, 1519-1821 (M�xico, Universidad Nacional Aut�noma de M�xico, Instituto de Investigaciones Hist�ricas, Instituto de Geograf�a, 1986), excelente trabajo de investigaci�n hist�rica que organiza una la cantidad de informaci�n que reuni� en diversas bibliotecas y archivos europeos, estadounidenses y mexicanos, de tal forma que posibilita el conocimiento de las distintas regiones comprendidas dentro de la jurisdicci�n de la Nueva Espa�a durante el periodo virreinal. El contenido comprende la localizaci�n geogr�fica, una breve menci�n de caracter�sticas geogr�ficas y clima, un intento de reconstrucci�n de la geograf�a pol�tica ind�gena en el momento del primer contacto, un examen de las encomiendas, la historia pol�tica colonial, la divisi�n eclesi�stica, la poblaci�n, los asentamientos humanos y las fuentes. Para nuestro caso, es particularmente interesante el estudio de la regi�n huaxteca.
El tercer volumen, The North Frontier of New Spain (Princeton, Princeton University Press, 1982), trata sobre la frontera norte de la Nueva Espa�a durante el periodo virreinal, espec�ficamente sobre Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Sinaloa y Sonora, Baja California, Alta California, Nuevo M�xico, Coahuila, Texas, Nuevo Le�n y Nuevo Santander. Para San Luis Potos� son importantes los cap�tulos relativos a Charcas, Coahuila, Texas, Nuevo Le�n y Nuevo Santander.