La etapa maderista


El comerciante Amado A. Zazueta inici� los preparativos para la lucha en la villa de Sinaloa, donde hizo acopio de armas y convoc� a otros decididos maderistas: el jefe de rurales Juan M. Banderas, Jos� Mar�a Cabanillas y Ram�n F. Iturbe. Los conspiradores fueron descubiertos y se dispersaron. Iturbe se refugi� en Durango, donde se sum� a las fuerzas de Domingo Arrieta e inici� la lucha en el mes de enero de 1911. En mayo una secci�n de estas fuerzas revolucionarias, al mando de Iturbe, baj� de la sierra para combatir en Sinaloa. Gregorio Cuevas inici� la rebeli�n en Mocorito, el zapatero Manuel Salazar hizo lo propio en Copala y Crescencio Gaxiola en Guam�chil. En Ahome se levant� en armas Jos� Mar�a Ochoa, hijo del antiguo y poderoso hacendado don Zacar�as Ochoa. En el sur del estado hubo numerosos insurrectos como Claro Molina, Justo Tirado, �ngel Flores y Juan Carrasco. Estos levantamientos ocurrieron entre los meses de enero y abril de 1911.

La polic�a rural del estado y las fuerzas del ej�rcito federal reprimieron a los insurrectos. El teniente coronel del ej�rcito federal, Luis G. Morelos, se distingui� por la eficacia y ferocidad con que persigui� a los revolucionarios; sin embargo, el movimiento rebelde cobr� fuerza y para el mes de mayo era ya el vencedor. Las fuerzas unidad de Ram�n F. Iturbe, Juan M. Banderas, Jos� Mar�a Cabanillas, Claro G. Molina, Herculano de la Rocha y otros jefes, que sumaban m�s de 4 000 soldados, pusieron sitio a la ciudad de Culiac�n y la tomaron el d�a 31 de mayo. Dos d�as mas tarde cay� Mazatl�n y, as�, desapareci� el r�gimen ca�edista. Mientras tanto, el 21 de mayo de 1911 Madero y los representantes del gobierno federal hab�an firmado la paz en Ciudad Ju�rez. El d�a 25 hab�a renunciado Porfirio D�az a la presidencia de la rep�blica y se expatri� poco despu�s.

Derrocado el gobierno porfiriano, Francisco I. Madero nombr� al ingeniero Manuel Bonilla como su delegado en Sinaloa, para atender los asuntos pol�ticos del estado y para impedir la ejecuci�n de los jefes vencidos. El ex gobernador Diego Redo y el general Higinio Aguilar, quien fuera comandante militar de Sinaloa, recibieron protecci�n del general Juan M. Banderas hasta que salieron del estado de Sinaloa. Celso Gaxiola Rojo ocup� interinamente la gubernatura, hasta el 7 de agosto de 1911, cuando se organiz� la junta militar de los jefes vencedores y su presidente, Juan M. Banderas, asumi� el cargo de gobernador para convocar a elecciones. Los comicios se celebraron a principios de septiembre y fue electo el profesor Jos� Mar�a Renter�a, quien tom� posesi�n de su cargo el d�a 27 del mismo mes, para terminar el periodo que conclu�a en septiembre de 1912.

Francisco I. Madero fue electo presidente de la rep�blica y tom� posesi�n el 6 de noviembre de 1911. Entre los miembros de su gabinete incluy� al ingeniero Manuel Bonilla como secretario de Comunicaciones y Obras p�blicas. A pesar de que el cargo le imped�a cualquier intervenci�n en la pol�tica sinaloense, Bonilla no quiso perder la influencia que ten�a en el estado y aprovech� su puesto para intrigar y entrometerse en los asuntos pol�ticos de Sinaloa.

La actitud conciliadora de Madero con los antiguos porfiristas y su indecisi�n para llevar a cabo las reformas sociales demandadas, como la devoluci�n de las tierras de las comunidades, ocasion� el descontento y la rebeld�a de algunos revolucionarios, como Emiliano Zapata en el estado de Morelos, quien proclam� el Plan de Ayala (25 de noviembre de 1911) que en su parte medular se ocupaba de la restituci�n de las tierras usurpadas a las comunidades. Tambi�n los revolucionarios sinaloenses participaron del descontento por los actos y omisiones del presidente Madero; se opusieron al licenciamiento de las tropas que orden� Madero y algunos de ellos se pronunciaron por el Plan de Ayala (Mocorito, 21 de febrero de 1912). Las ideas agraristas referentes a la restituci�n de las tierras de las comunidades tuvieron buena acogida entre los campesinos sinaloenses; sin embargo, su movimiento estuvo mal preparado y careci� de unidad, por lo que las fuerzas del gobierno lo aniquilaron en 1913.

El gobernador Renter�a no pudo preservar la unidad de los revolucionarios sinaloenses, en buena medida por la solapada oposici�n de Manuel Bonilla desde la ciudad de M�xico, as� que prefiri� renunciar el 26 de marzo de 1912 y retirarse de la vida pol�tica. Los seis meses que restaban al periodo gubernamental fueron cubiertos por varios gobernadores interinos, lo que nos da una idea de la ca�tica situaci�n pol�tica del estado. Celebrados los comicios, result� electo Felipe Riveros para ocupar la gubernatura de Sinaloa en el cuatrienio que empezaba el 27 de septiembre de 1912.


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