La etapa constitucionalista


En febrero de 1913, en la capital del pa�s ocurrieron los hechos conocidos como la Decena tr�gica, que culminaron con el asesinato de Francisco I. Madero (la noche del 22 al 23 de febrero) y la usurpaci�n de la presidencia por Victoriano Huerta. El d�a 23 se supo en Mazatl�n la noticia de la muerte del presidente, y la primera reacci�n fue una concentraci�n popular espont�nea que vitore� a Madero y repudi� a Huerta. S�lo el antiguo maderista Genaro M. Vel�zquez intent� en vano organizar un movimiento de resistencia en contra del gobierno espurio. La mayor parte de los gobernadores de los estados aceptaron al gobierno surgido del cuartelazo. Felipe Riveros comunic� a Victoriano Huerta la adhesi�n de su gobierno, con fecha 27 de febrero; no obstante, Huerta lo hizo aprehender y nombr� gobernador al general Jos� L. Legorreta. Riveros fue llevado a M�xico y procesado por sedici�n, pero fue absuelto y liberado; luego huy� y se uni� a los rebeldes sinaloenses en abril del mismo a�o. Manuel Bonilla tambi�n fue aprehendido, pero acept� servir al r�gimen como senador por Sinaloa. A pesar de las defecciones que sufri� el grupo maderista de Sinaloa, entre marzo y junio de 1913 surgieron peque�os grupos de insurrectos en diversos puntos del estado: el coronel Jos� Mar�a R. Cabanillas, en Tamazula, el mayor Macario Gaxiola en Los Mochis, el coronel Jos� Mar�a Ochoa en Ahome y Juan Carrasco en el sur del estado. Sin embargo, los rebeldes carec�an de elementos para la guerra y de un l�der que coordinara los esfuerzos, por lo que parec�a imposible que pudieran vencer a las considerables fuerzas de que dispon�a el general Legorreta.

El movimiento de resistencia en contra de Victoriano Huerta hab�a surgido en Coahuila, Chihuahua y Sonora, y empez� a unificarse alrededor de Venustiano Carranza, el Plan de Guadalupe (26 de marzo de 1913) y el Acta de Monclova, del d�a 18 de abril del mismo a�o. �ste fue el origen del ej�rcito constitucionalista, al cual se sumaron los rebeldes sinaloenses. El general Ram�n F. Iturbe estaba en California cuando ocurrieron los sucesos que acabamos de narrar, por lo que decidi� volver al pa�s. En junio de 1913 lleg� a Sonora y se puso a las �rdenes del jefe constitucionalista, el general �lvaro Obreg�n, quien le encomend� un grupo de 80 hombres con las instrucciones de operar en Sinaloa. Con la presencia de Iturbe empez� a organizarse el constitucionalismo en nuestro estado, bajo el mando militar de este jefe y con Felipe Riveros como cabeza pol�tica, pues a pesar de su defecci�n era reconocido como el gobernador de la entidad.

Iturbe estableci� su centro de operaciones en San Blas, la estaci�n de enlace del Ferrocarril Sudpac�fico con el Kansas City Mexico and Oriente, en el norte de la entidad, desde donde dirigi� algunas exitosas ofensivas contra el ej�rcito federal, como en Topolobampo (28 de agosto de 1913), Cerro del Sufragio (30 de agosto), Mocorito y Los Mochis (24 de septiembre) y villa de Sinaloa (4 de octubre). Los m�s destacados militares fueron el propio Iturbe, el mayor Macario Gaxiola, el teniente coronel Manuel Mezta y el coronel Benjam�n Hill. Los revolucionarios estaban a�n lejos de vencer al ej�rcito federal que operaba en Sinaloa.

En septiembre de 1913, Venustiano Carranza, primer jefe del ej�rcito constitucionalista, pas� por el norte del estado en su viaje hacia Sonora. El d�a 12 lleg� a Chinobampo, despu�s de atravesar la sierra tarahumara, baj� a El Fuerte el d�a 14, y luego a San Blas, el d�a 17, donde abord� el ferrocarril que lo condujo a Hermosillo para tratar con los caudillos sonorenses la consolidaci�n del movimiento constitucionalista.

El general �lvaro Obreg�n, uno de los iniciadores de la rebeli�n en Sonora, hab�a conducido una brillante campa�a militar, en lo que el ej�rcito del noroeste —que era una de las fracciones del ej�rcito constitucionalista— hab�a derrotado en toda la l�nea al ej�rcito huertista; s�lo la plaza de Guaymas quedaba en poder de los federales y estaba sitiada por los revolucionarios. En noviembre de 1913 Obreg�n y su hueste entraron en territorio de Sinaloa y los revolucionarios sinaloenses se sumaron a este cuerpo militar, del que Ram�n F. Iturbe fue segundo jefe. Obreg�n estableci� su cuartel general en El Palmito, desde donde dirigi� las operaciones contra Culiac�n entre el 9 y el 14 de noviembre. El coronel federal Miguel Rodr�guez defend�a la plaza con 2 000 hombres de tropa y artiller�a, pero el d�a 14 abandon� su posici�n por no poder resistir el empuje de los revolucionarios.

Desalojadas de la capital del estado, las fuerzas federales se concentraron en Mazatl�n. Obreg�n dispuso el sitio del puerto y prosigui� su marcha hacia la ciudad de M�xico. Al a�o siguiente triunf� el movimiento constitucionalista y Victoriano Huerta huy� del pa�s (14 de julio de 1914). Las fuerzas federales que ocupaban Mazatl�n resistieron hasta el 9 de agosto cuando, por mar, evacuaron la plaza. El mismo d�a el coronel �ngel Flores ocup� el puerto y el estado de Sinaloa qued� bajo el control de los constitucionalistas. Seis d�as despu�s el ej�rcito vencedor entr� en la ciudad de M�xico; en sus filas militaban destacados sinaloenses como Juan M. Banderas, Rafael Buelna, Salvador Alvarado, Francisco R. Serrano, Benjam�n Hill, Ram�n F. Iturbe, �ngel Flores y muchos soldados reclutados de entre los campesinos y obreros de Sinaloa.


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