La invasi�n estadunidense, 1847-1848


El conflicto entre M�xico y los Estados Unidos que llev� a la invasi�n de 1846 tuvo repercusiones en. Sinaloa, como parte que era de la Rep�blica, pero aqu� se mezcl� con problemas locales que le dieron un car�cter particular. El conflicto tuvo por motivo inmediato la incorporaci�n de Texas a los Estados Unidos el 1o. de marzo de 1845. Aunque el estado de Texas se hab�a independizado de M�xico, �ste lo segu�a considerando territorio mexicano, por lo que no pod�a aceptar la anexi�n. Las relaciones entre ambos pa�ses fueron cada vez m�s tensas hasta llegar a la declaraci�n de guerra en mayo de 1846.

En abril de 1846, siendo inminente el inicio de la guerra, el gobierno federal envi� al coronel Rafael T�llez al frente de un numeroso cuerpo militar, muy bien equipado, para que se embarcara con destino a la Alta California y ayudara a la defensa del territorio, muy codiciado por los Estados Unidos. Pero al llegar a Mazatl�n, T�llez se rebel� contra el presidente Mariano Paredes de Arrillaga y se qued� en Sinaloa, donde en complicidad con los comerciantes extranjeros estableci� un cacicazgo en la parte sur del estado y la sustrajo de la obediencia al gobierno local. Mientras esto ocurr�a, la escuadra estadunidense del Pac�fico desembarcaba marines en Alta California (julio de 1846) los cuales, tras una lucha violenta, lograron vencer a los colonos mexicanos, abandonados a sus propias fuerzas, pues adem�s de que T�llez se sublev� en Mazatl�n, otro destacamento enviado por Acapulco fue retenido en esa comarca por el cacique Juan �lvarez.

La escuadra estadunidense del Pac�fico inici� las hostilidades contra Mazatl�n a fines de septiembre de 1846. Al principio eran acciones aisladas emprendidas por nav�os solitarios, pero en febrero de 1847 declar� el bloqueo del puerto. En este momento hubo fricciones graves entre el gobierno estadunidense y el ingl�s, porque �ste no reconoci� el bloqueo y envi� nav�os de guerra para defender a sus s�bditos; la escuadra suspendi� el bloqueo pero decidi� ocupar Mazatl�n. El 11 de octubre, el comandante estadunidense intim� a T�llez la rendici�n del puerto, y �ste se retir� con su tropa aduciendo que carec�a de elementos para defender la plaza. La �nica autoridad que permaneci� en el lugar fue la del ayuntamiento, por lo que el alcalde, Jos� Mar�a Vasavilbazo, trat� con los invasores la entrega de la ciudad y logr� que ofrecieran garant�as para la poblaci�n civil. Al mediod�a del 11 de octubre de 1847 los marines desembarcaron en las playas sinaloenses e izaron su bandera. El comandante cumpli� las garant�as ofrecidas y permiti� todas las actividades ordinarias de la ciudad, excepto la venta de bebidas alcoh�licas. T�llez acus� al ayuntamiento de traidor y colaboracionista, pero lo cierto es que el alcalde y los regidores evitaron que el invasor impusiese la ley marcial en la ciudad.

En los ocho meses que dur� la ocupaci�n de Mazatl�n s�lo hubo un hecho de armas, el 20 de noviembre de 1847, cuando los invasores intentaron salir de la ciudad pero el capit�n del puerto, Carlos Horn, al frente de un reducido grupo de soldados mexicanos, les cerr� el paso en Ur�as; se entabl� el combate y los estadunidenses se replegaron a Mazatl�n. La ocupaci�n concluy� el 17 de junio de 1848, una vez firmados los Tratados de Guadalupe Hidalgo que pusieron fin al conflicto entre ambos pa�ses. M�xico hab�a perdido la Alta California, entre otros territorios, lo que tendr�a graves consecuencias para la vida de Sinaloa, como veremos m�s adelante.

En tanto que los invasores acechaban Mazatl�n, en el resto del estado se dirim�an otros conflictos pol�ticos, porque el coronel T�llez, con �nimos de extender su autoridad a todo Sinaloa, condujo sus tropas sobre Culiac�n, y el gobernador Rafael de la Vega decidi� la defensa de la capital con las milicias c�vicas al mando del general Te�filo Romero. Ambas fuerzas se encontraron en el poblado de Las Flechas, pr�ximo a Culiac�n, donde se entabl� el combate; las milicias del estado sufrieron la derrota, muri� el general Romero y cay� prisionero Francisco de la Vega, hermano del gobernador. Esta batalla ocurri� el 15 de septiembre de 1847, el mismo d�a en que los invasores tomaron la ciudad de M�xico. Rafael de la Vega y los funcionarios del gobierno huyeron al pueblo de Sinaloa, mientras los vencedores saqueaban Culiac�n. Se perdieron los archivos p�blicos y se registraron muchos da�os en las personas y las propiedades de los vecinos, especialmente en las casas de los De la Vega. Despu�s de este triunfo, T�llez se proclam� gobernador de Sinaloa.

Rafael de la Vega reforz� sus fuerzas y recuper� Culiac�n en el mes de noviembre. Una vez restablecidos el gobierno y el orden en la capital del estado, el gobernador Rafael de la Vega sali� al frente de las milicias para someter al coronel T�llez, quien se hab�a refugiado en Concordia. Por estos d�as se supo en Sinaloa que se aproximaba un destacamento del ej�rcito federal que ven�a en busca de T�llez para someterlo a corte marcial por los delitos que hab�a cometido. Sin combatir, T�llez abri� negociaciones con el gobernador en el pueblo de Zavala; el coronel se rindi� ante Rafael de la Vega a cambio de que se le permitiera salir de Sinaloa con su familia para entregarse al gobierno federal. As� termin� esta aciaga p�gina de la historia sinaloense, en la cual el grupo De la Vega fortaleci� su posici�n pol�tica y econ�mica frente a sus rivales de Mazatl�n.


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