Las diputaciones provinciales de Zacatecas y Guadalajara formaron una fuerte alianza para frenar todo atentado del gobierno nacional contra su autonom�a y asumieron el liderazgo entre las provincias para instaurar la rep�blica federal. La primera reforz� su l�nea en contra del Congreso Nacional reinstalado despu�s de la disoluci�n ordenada por Iturbide, debido a que se extralimitaba en sus funciones, pero lo reconoci� como centro de unidad nacional junto con el Ejecutivo provisional; acat� las �rdenes que buscaban el bien general de la naci�n y el particular de las provincias, pero rechaz� las que consider� contrarias a sus intereses. La diputaci�n provincial se erigi� en primera autoridad mientras se redactaba la primera constituci�n de Zacatecas. Al gobierno nacional le advirti� que de no escucharse la consigna federalista de las provincias, la naci�n correr�a el riesgo de desintegrarse.
El gobierno nacional prepar� una ofensiva militar en contra de Jalisco y Zacatecas, que finalmente se evit� despu�s de tensas negociaciones con la firma de los Tratados de Lagos. Ambas provincias decidieron realizar la elecci�n de sus congresos provinciales, pero se comprometieron a sujetarse a los intereses generales de la naci�n, siempre y cuando se asegurara la independencia de su gobierno interior. El m�rito de este documento fue vencer la oposici�n de algunos sectores del gobierno nacional en contra del establecimiento inmediato de la Federaci�n, demandado por las provincias.