"SE 'LOS' DIJE"

En el español de México no solemos incurrir en las confusiones que, en relación con el uso de pronombres personales átonos de tercera persona, son comunes entre hablantes de algunas zonas geográficas de España. Ni somos loístas, esto es que usemos lo por le (escríbelo por escríbele), ni laístas, pues no decimos la donde debe decirse le (escríbela por escríbele), ni finalmente, leístas, dado que no hacemos uso de le por lo y la (quiérele por quiérela). Conservamos así de manera precisa el conveniente valor funcional de cada forma pronominal: lo, para el objeto directo masculino; la, como objeto directo femenino; le, para objeto indirecto de ambos géneros y, en ocasiones, para objeto directo masculino de personas ("no le conozco"); en plural, los para el objeto directo masculino; las, para el objeto directo femenino; y les, para el indirecto de los dos géneros.

Sin embargo existe en el español mexicano, en todos los registros de habla y en todos los niveles socioculturales, un error con frecuencia señalado por los gramáticos. Técnicamente expresado, consiste en lo siguiente: se pluraliza equivocadamente un pronombre de tercera persona, objeto directo singular, cuando sigue a un pronombre invariable se con función de objeto indirecto plural. Véanse algunos ejemplos, y después se buscará la causa del fenómeno. La expresión "se los dije (a ellos) muchas veces" es común en México, cuando lo correcto sería "se lo dije (a ellos) muchas veces". Nótese que 'lo dicho' es en este caso un pronombre neutro singular lo; y que el objeto indirecto ('a ellos') está expresado por medio del pronombre invariable se. Creo que precisamente porque el se no tiene marca de número y porque no se le identifica como objeto indirecto plural, se tiende a señalar el plural del objeto indirecto en el pronombre objetivo directo, que es singular (los por lo). Así, la idea 'di el libro a ellos' queda convertida en la oración "se los di"; en lugar de "se ('a ellos') lo ('el libro') di".

Quizá el fenómeno tenga su explicación en la dificultad que en español tiene la explicación del origen de la palabra se, sobre todo en este caso en que, por azares de la evolución histórica, el dativo latino illi, que debía producir el español le, se modifica primero a ge y luego a se cuando le sigue un pronombre la, lo, las, los. Menéndez Pidal proporciona la siguiente explicación: "cuando el dativo va unido al acusativo del mismo pronombre (dedit illi illum), el castellano antiguo usa la forma gelo (...). Este gelo se propagó por analogía al plural y en vez de dedit illis illum: dio-les-lo, se dijo, como en singular, dio-gelo. El castellano gelo (singular y plural) en el siglo XIV empieza a dejar su puesto a la forma moderna se lo, generalizada gracias a la influencia analógica ejercida por expresiones reflexivas como echóselo, atóselo". Este confuso origen de se lo ayuda a explicar las razones por las cuales el hablante no identifica ese se con a ellos y por ello quiere señalar el plural en algún otro lugar, como es el caso del pronombre personal lo, los, la, las: se los dije por se lo dije, se las di por se la di.

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