CAPÍTULO XX
DE LAS DEMÁS CASAS DE ESTE SIGNO

1- LA SEXTA casa de este signo se llamaba chicuace itzcuintli; decían que es mal afortunada, porque todas las sextas casas de todos los signos son mal acondicionadas; los que nacían en estas casas son mal acondicionados; murmuradores y malsines, y cautelosos, y doblados y testimoñeros; y decían los astrólogos que estos tales serían enfermizos y morirían presto, y si viviesen vivirían con diversas enfermedades.

2— Los que en este signo nacían bautizábanlos el día siguiente, que se llama chicome ozomatli; decían que por esto se enmendarían algo. De la mala fortuna de su signo decían que si hiciese penitencia por amor de este signo chicome ozomatli, que la mala ventura se le volvería en buena.

3.—A la séptima casa llamaban chicome ozomatli; decían que era de buena fortuna porque todas las séptimas casas de todos los signos son de buena condición como está dicho; decían que los que en esta casa nacían serían placenteros, decidores, chocarreros, truhanes, amigos de todos y que con todos caben; decían que si fuese mujer la que nacía en esta casa sería rica, y vividora, y tratante, y nunca perdería su caudal.

4.—A la octava casa llamaban chicuei malinalli (y) decían que era de mala condición, porque todas las octavas casas eran mal afortunadas.

5.— La novena casa llamaban chiconahui ácatl; esta casa decían que era mal afortunada porque en ella reinaba la diosa Venus, que le llamaban Tlazoltéotl; los que nacían en esta casa siempre eran desdichados y de mala vida y todas las casas novenas eran mal acondicionadas.

6.—A la décima casa llamaban matlactli océlotl, esta casa era bien afortunada, como todas las casas décimas de todos los signos son bien acondicionadas, porque en ellas dicen reinaba Tezcatlipoca, que es mayor dios; y los que en esta casa nacían decían, que si viviesen serían prósperos, y luego los bautizaban en este día, algunos los dejaban para bautizarlos en la decimotercera casa porque los mejoraban la fortuna bautizándlos en ella.

7.—A la undécima casa llamaban matlactlionce quauhtli, y a la duodécima llamaban matlactliomome cozcaquauhtli; estas dos casas decían que en parte eran buenas y en parte eran malas; a los que en ellas nacían bautizábanlos en la decimotercera casa que llamaban matlactomei ollin; decían que bautizándolos en esta casa se les remediaba su mala fortuna, porque todas las casas postreras de todos los signos son bien acondicionadas como está dicho arriba.