1.- SÍGUESE la manera del convite que se hacía en
los bateos. Llegado el día de los bateos, juntábanse los
convidados en la casa del que hacía el bateo y luego se asentaban
por su orden, porque tenían sus asientos a cada uno según
su manera.
2. Luego comenzaban los que tenían el cargo de servir las
cosas del convite, los que habían elegido para esto; ponían
luego cañas de humo con sus platos delante de cada uno de los convidados;
luego dábanles flores en las manos, y poníanles guirnaldas
en las cabezas y echábanles sartales de flores al cuello; y luego
todos los convidados comenzaban a chupar el humo de las cañas,
y a oler las flores.
3. Después de esto venían los servidores de la comida,
y traían comida a cada uno según su comida, y la ponían
delante del que estaba sentado.
4. Una orden de chiquihuites con diversas maneras de pan,
y pareados en los chiquihuites otros tantos cajetes con diversas
maneras de cazuela, con carne o pescado;
5.y antes que comenzasen a comer los convidados la comida que les
habían puesto, tomaban un bocado de la comida y arrojábanle
al suelo a honra del dios Tlaltecutli, y luego comenzaban a comer;
6. habiendo comido daban las sobras a sus criados, y también
los cajetes y chiquihuites.
7. Luego venían los que servían el cacao y ponían
a cada uno una jícara de cacao, y a cada uno le ponían su
palillo, que llaman aquáuitl, y las sobras del cacao daban
a sus criados.
8. Después de haber ellos bien bebido y comido estábanse
en sus asientos un ratillo, reposando;
9.y algunos a quien no les contentaba la comida y bebida, levantábanse
luego enojados e íbanse murmurando del convite y del que los convidó,
y entrábanse en su casa enojados; y si alguno de parte del que
convidó veía aquello, decíalo al señor del
convite, el cual los hacía llamar para el día siguiente
y les daba de comer y consolaba; a este día llamaban apeualo,
porque en él se acababa todo el convite.
10.A las mujeres, que comían en otra parte, no las daban
cacao a beber sino ciertas maneras de mazamorra, sembrado con diversas
maneras de chilmolli por encima;
11.y a la noche los viejos y viejas juntábanse y bebíanpulcre
y emborrachábanse. Para hacer esta borrachería ponían
delante de ellos un cántaro de pulcre, y el que servía
echaba en una jícara y daba a cada uno a beber, por su orden, hasta
el cabo.
12.A las veces daban pulcre que llaman íztac octli;
que quiere decir pulcre blanco, que es lo que mana de los magueyes,
y otras veces daban pulcre hechizo de agua y miel, cocido con la
raíz, al cual llaman ayoctli que quiere decir pulcre
de agua, lo cual tenía guardado y aparejado el señor del
convite de algunos días antes.
13.Y el servidor, cuando veía que no se emborrachaban, tornaba
a dar a beber por la parte contraria a la mano izquierda, comenzando de
los de más abajo.
14. En estando borrachos, comenzaban a cantar; unos cantaban y lloraban,
y otros cantaban y habían placer; cada uno cantaba lo que quería
y por el tono que se le antojaba; ninguno concertaba con otro. Unos de
ellos cantaban a voces y otros cantaban bajito, como dentro de sí.
15. Otros no cantaban, sino parlaban y reían y decían
gracias, y daban grandes risadas cuando oían a los que decían
gracias. De esta manera se hacían los convites, cuando alguno convidaba
por alguna causa.
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