Objetos tabú

I. SIGNIFICADO DEL TABÚ

En la sociedad primitiva las reglas de pureza ceremonial observadas por los reyes divinos, jefes y sacerdotes concuerdan en muchos respectos con las reglas observadas para los homicidas, enlutados, parturientas, púberas, cazadores, pescadores y otros. A nosotros estas personas de clases tan variadas nos parecen diferir totalmente de carácter y condición; a unos los denominaríamos sagrados, y a los otros, manchados, polutos, impuros. Pero el salvaje no hace entre ellos tal distinción moral; los conceptos de santidad e impureza no están aún diferenciados en su mente. Para él, el rasgo común de todas estas personas es que son peligrosas y están en peligro, y en el que están y al que exponen a los demás es el que denominamos espiritual o fantasmal y, por tanto, imaginario. El peligro no es menos real porque sea imaginario; la imaginación actúa sobre el hombre al igual que la gravitación física y puede matarle tan certeramente como una dosis de ácido prúsico. Separar a estas personas del resto del mundo para que el peligro espiritual no les alcance a ellos ni se extienda a los demás es el objeto de los tabúes que tienen que acatar. Éstos actúan, por decirlo así, a manera de aisladores eléctricos para conservar la fuerza espiritual de que están cargadas esas personas y evitar que sufran o inflijan daño al contacto.

A las ilustraciones de estos principios generales que acabamos de dar, añadiremos algunos otros más, eligiendo nuestros ejemplos, primero, de la clase de cosas u objetos tabú y, segundo, de las clases de palabras tabú, pues en opinión del salvaje ambos, objetos y palabras, pueden estar, como las personas, cargados o electrizados, temporal o permanentemente, con la misteriosa virtud del tabú y de consiguiente requieren ser excluidas por un tiempo corto o largo del uso familiar de la vida corriente. Los ejemplos serán escogidos con referencia especial a los jefes sagrados, reyes y sacerdotes, que más que ningunos otros viven limitados por el tabú como si fuera una muralla. Las cosas tabú serán presentadas en el presente capítulo en tanto que las palabras tabú lo serán en el siguiente.