XXIX. EL ENIGMA DEL HONOR

Mucho habr�a que hablar sobre el honor. �En esta cualidad innata en el hombre? Y �que es el honor? El honor var�a seg�n las latitudes, las regiones del planeta; no es lo mismo entre los europeos que entre los as�aticos, por ejemplo. Var�a tambi�n seg�n los tiempos; hay diferencias entre el honor de un hombre de la Edad Media y otro de los tiempos presentes. Cambia tambi�n, aun dentro de un mismo paraje y y un mismo tiempo, seg�n la clase social; es decir, y m�s concretamente, que lo que puede ser honor para un morador de un confortable piso principal puede no serlo para quien habita en altas y desmanteladas buhardillas. Influye tambi�n en el honor la luz solar o las sombras de la noche; de noche acaso nos parezca honorable lo que no nos lo pareciera de d�a. La soledad o la compa��a har�n del mismo modo que se alteren los valores del honor; estando rodeados de poca gente casi solos, haremos y sufriremos muchas cosas que no har�amos ni tolerar�amos en p�blico. Ejercen asimismo influencia sobre el honor, d�ndole mayor intensidad o haci�ndolo surgir, otros varios y dispares elementos, tales como el amor, la elocuencia —g�nero patr�otico o militar—, la temperatura y aun el alcohol.

Ahora habr�a que determinar qu� valor tienen ciertos trances en que los hombres de honor se ponen; estos trances parece que son la prueba del honor. Es muy delicada esta materia; el pol�tico debe reflexionar sobre ello. El hecho de cruzar unas espaldas, de cambiar unas balas, �c�mo y de qu� manera puede afectar a la honra de una persona? �Qu� relaci�n puede haber entre la esgrima y la bal�stica, de un lado, y la moral, de otro? Si a un hombre honrado se le injuria, �no subsistir� la injuria aunque las balas se hayan cambiado y se hayan estrechado las espaldas? Si a un galop�n se le dice una verdad amarga, �se habr� destruido el fundamente y raz�n de esta verdad despu�s del lance? Este hombre que procede mal en su vida se podr�a batir muchas veces, ir� con facilidad al terreno del honor, proceder� como un hombre de honor, y �c�mo es que no se le estimar� como un hombre digno de nuestro trato, y que en cambio tenderemos nuestra mano llena de efusi�n y de cari�o a un hombre de bien que no ha querido proceder como un hombre de honor?

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