XVI. De cómo el Almirante arm� tres carabelas para llevar a cabo la empresa de su descubrimiento

Consedidas, pues las mencionadas capitulaciones por los Seren�simos Reyes Cat�licos al Almirante, �ste sali� muy pronto de Granada para Palos, el 12 de mayo de 1492. Palos es el puerto donde hab�a de construir su armada, por estar aquella tierra obligada a servir a Sus Altezas tres meses con dos carabelas, las cuales mandaron que fuesen entregadas al Almirante. Arm� �stas y un nav�o m�s con la solicitud y diligencia necesaria. La capitana, en la que �l iba, se llamaba la Santa Mar�a; otra se denomin� la Pinta, de la que era capit�n Mart�n Alonso Pinz�n, y de la Ni�a, que era latina36[Nota 36]y la �ltima, era capit�n Vicente Y��ez Pinz�n, hermano del susodicho Alonso, de la Villa de Palos.

Estando, pues, las tres provistas de todo lo necesario, con noventa hombres, el 3 de agosto al amanecer dieron vela con rumbo a las Canarias; y desde aquel punto fue diligent�simo el Almirante en escribir d�a a d�a minuciosamente todo lo que sucedi� en el viaje, especificando los vientos que soplaban, cu�nto recorrido hac�a con cada uno, y con qu� velas y corrientes, y qu� cosas ve�a por el camino, aves, peces o algunos otros indicios. Cosa que siempre acostumbr� en cuatro viajes que hizo de Castilla a las Indias. Sin embargo, yo no me propongo escribirlo todo en detalles, porque si bien entonces era muy �til describir su camino y navegaci�n, y se�alar qu� impresiones correspond�an a los cursos y aspectos de las estrellas, y el declarar qu� diferencia hab�a en estas cosas con nuestros mares y nuestras regiones, no me parece que al presente tanta minucia pueda dar satisfacci�n a los lectores, quienes se aburrir�an si aumentase este escrito con semejentes prolijidades. Por lo tanto s�lo me ocupar� de aquello que me parezca necesario y conveniente.

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