Otras muchas legumbres se cr�an debajo de la tierra, que los indios siembran y les sirven de mantenimiento, principalmente en las provincias est�riles de zara. Tiene el primer lugar la que llaman papa, que les sirve de pan. C�menla cocida y asada y tambien la echan en los guisados. Pasada al hielo y al sol para que se conserve (como en otra parte dijimos) se llama chu�u.
Hay otra que llaman oca, es de mucho regalo, es larga y gruesa como el dedo mayor de la mano. C�menla cruda (porque es dulce) y cocida y en sus guisados. Y la pasan al sol para conservarla y sin echarle miel ni az�car parece conserva, porque tiene mucho de dulce: entonces se llama caui.
Otra hay semejante a �sta en el talle, m�s no en el gusto antes contraria porque toca en amargo y no se puede comer sino cocida, llamada a�us. Dicen los indios que, comida, es contraria a la potencia generativa. Para que no les hiciese da�o, los que se preciaban de galanes tomaban en una mano una varilla o un palillo mientras la com�an. Y comida as�, dec�an que perd�a su virtud y no da�aba. Yo les o� la raz�n y algunas veces vi el hecho, aunque daban a entender que lo hac�an m�s por v�a de donaire que no por dar cr�dito a la burler�a de sus mayores.
Las que los espa�oles llaman batatas ( y los indios del Per� apichu) las hay de cuatro o cinco colores: que unas son coloradas, otras blancas y otras amarillas y otras moradas, pero en el gusto difieren poco unas de otras. Las menos buenas son las que han tra�do a Espa�a.
Tambi�n hay las calabazas o melones que ac� llaman calabazas romanas y en el Per� zapallu. Cr�anse como los melones. C�menlas cocidas o guisadas, crudas no se pueden comer. Calabazas de que hacen vasos las hay muchas y muy buenas: ll�manlas mati. De las de comer, como las de Espa�a no las hab�an antes de los espa�oles.
Hay otra fruta que nace debajo de la tierra, que los indios llaman �nchic y los espa�oles man�.
(Todos los nombres que los espa�oles ponen a las frutas y legumbres del Per� son del lenguaje de las islas de Barlovento, que los han introducido ya en su lengua espa�ola y por eso damos cuenta de ellos.)
El �nchic semeja mucho, en la m�dula y en el gusto, a las almendras. Si se come crudo ofende a la cabeza. Y si tostado, es sabroso y provechoso. Con miel hacen de �l muy buen turr�n. Tambi�n sacan del �nchic muy lindo aceite para muchas enfermedades.
Adem�s de estas frutas nace otra de suyo debajo de tierra, que los indios llaman cuchuchu. Hasta ahora no s� que los espa�oles le hayan dado nombre. Y es que no hay de esta fruta en las islas de Barlovento, que son tierras muy calientes, sino en el Collao, que es tierra muy fr�a. Es sabrosa y dulce, c�mese cruda y es provechosa para los est�magos de no buena digesti�n. Son como ra�ces mucho m�s largos que el an�s. No echa hojas sino que la haz de la tierra donde ella nace verdeguea por encima y en esto conocen los indios que hay cuchuchu debajo y cuando se pierde aquel verdor ven que est� sazonado y entonces lo sacan.
Esta fruta y el �nchic m�s son regalos de la gente curiosa y regalada que no mantenimiento de la gente com�n y pobre, aunque ellos las cogen y las presentan a los ricos y poderosos.