Se�or gobernador don Rafael J. Garc�a
He recibido la apreciable de usted, fecha 19 del que cursa, en que me recomienda al se�or Ram�rez y tendr� mucho gusto en atender a su recomendado.
No son satisfactorias las noticias que tengo de la sierra. Parece que algunos distritos est�n disgustados y hasta se proponen apelar a las armas, alegando, para justificar ese paso, la circunstancia de que la Legislatura del estado desatiende sus peticiones.
Tengo entendido que algunos de esos distritos mandaron actas a la Legislatura sobre las elecciones de gobernador y que no fueron recibidas porque no se mandaron por conducto de usted. Pudo haber, en efecto, una falta en el orden de la tramitaci�n, pero parece que las actas se remitieron porque hasta se lleg� a dar un certificado o recibo en que constaba el env�o de documentos.
Ya otra vez he dicho a usted que es indispensable, en mi concepto, que la Legislatura del estado reciba todas esas actas y con ellas a la vista resuelva sobre el particular pues, si bien es cierto que no deben esos distritos promover esc�ndalos y des�rdenes por medio de las armas, tambi�n es positivo que tienen el derecho de petici�n y que debe o�rseles en sus observaciones, resolviendo el asunto con entera justicia, cosa que puede hacer la Legislatura del estado con toda imparcialidad.
Es necesario demostrar con hechos que no tiene empe�o la Legislatura del estado, ni inter�s particular de ning�n g�nero, en deso�r las peticiones de los pueblos y debe, por lo mismo, recibir las actas de todos los distritos para resolver la cuesti�n en los t�rminos que se�ala la ley. Nadie tendr� despu�s el derecho de quejarse porque todos aceptar�n el mandato de la ley y el fallo de la opini�n.
Quedo de usted amigo afect�simo y atento seguro servidor q. b. s. m.
(Benito Ju�rez)