El 3 de enero de 1912 se otorga a Pedro Henr�quez Ure�a el nombramiento de "Jefe Segundo del Departamento de Intercambio Universitario".10 Por entonces era rector de la Universidad Jos� Vasconcelos. La campa�a final, grande, del Ateneo ya desaparecido se daba en el marco del r�gimen obregonista. Entre la juvenil "afici�n de Grecia", que los llev� a concebir una utop�a, y la lectura reciente de la obra del comisario de cultura sovi�tica Lunacharski, la imaginaci�n llegaba al poder. Mientras los m�s destacados j�venes de 1915 ocupaban puestos fundamentales en secretar�as de Estado, los atene�stas continuaban en la docencia y en la administraci�n universitaria. La Universidad era incorporada a la Revoluci�n despu�s de los a�os precarios de 1916 a 1920. Henr�quez Ure�a regres� a M�xico, ya con un doctorado, con mayor prestigio y con un gran volumen de obra publicada.
Su experiencia en Espa�a y los Estado Unidos lo hac�a id�neo, no s�lo para jefaturar el Departamento de Intercambio Universitario, cuya fundaci�n era incierta hasta que en 1922 Henr�quez Ure�a le da la orientaci�n adecuada, sino para abrir una Escuela de Verano para estudiantes extranjeros. Esto tiene lugar el 1� de julio de 1921 y los estudiantes extranjeros de hecho s�lo fueron norteamericanos.
Le�n S�nchez, librero espa�ol, Federico de On�s, y los atene�stas Julio Torri y Mariano Silva y Aceves fueron, con Henr�quez Ure�a y Vasconcelos, los creadores de la nueva escuela. Henr�quez Ure�a hab�a conocido los cursos que organizaba el Centro de Estudios Hist�ricos de Madrid para estudiantes extranjeros. Adem�s, hab�a sido profesor de Minnesota, donde tambi�n obtuvo el doctorado. Conoc�a, pues, el movimiento estudiantil del exterior y organiz� una Escuela de Verano con una planta docente de gran categor�a, en la cual se reun�an los atene�stas con los j�venes "siete sabios", que alternaban su trabajo t�cnico en el gobierno con la ense�anza. Los cursos fueron un �xito y ello propici� el benepl�cito del caudillo, quien dio una recepci�n en el Castillo de Chapultepec a los estudiantes extranjeros. Ocasi�n excelente para contrarrestar la propaganda negativa que sobre M�xico corr�a en los Estados Unidos.11
El prestigio de la joven Escuela de Verano hizo que en su segundo a�o de funcionamiento sus cursos fueran admitidos como materias equivalentes en la Escuela de Altos Estudios, de la que nuevamente era director don Ezequiel A. Ch�vez.12
Adem�s de la direcci�n de la Escuela de Verano y de la jefatura definitiva del Departamento de Intercambio, Henr�quez Ure�a volvi� al magisterio. La lista de asignaturas que sirvi� es compleja. Sustituy� a Antonio Caso en 1921, cuando Vasconcelos pas� a ocupar la cartera de Educaci�n y Caso la rector�a. Las c�tedras fueron: L�gica y metodolog�a, �tica, Est�tica e Historia de los sistemas filos�ficos. M�s tarde ocup� Henr�quez Ure�a la clase de literatura general en la Escuela Nacional Preparatoria, ya en 1922, y un seminario sobre cuestiones selectas de literatura general, en Altos Estudios. A este curso sigui� uno de m�todos de investigaci�n en la Historia de la literatura espa�ola, y uno m�s de ingl�s.13
Los cursos fueron interrumpidos para dar lugar al viaje que emprendi� con Vasconcelos, Torri y Carlos Pellicer a Am�rica del Sur, para visitar, entre otros centros de estudio, la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educaci�n de La Plata, en Argentina, de la que ser�a profesor posteriormente, hasta su muerte en 1946.
En esa �poca, Henr�quez Ure�a se cas� con una de las hermanas de vicente Lombardo Toledano, estrech� sus lazos con �l y con Alfonso Caso, quien result� ser su concu�o. Tambi�n por esos a�os fue maestro de otros j�venes que se acercaron tanto a Altos Estudios como a la Escuela de Verano: entre ellos, Salvador Novo, Jos� Gorostiza, el ya mencionado Pellicer, Xavier Villaurrutia y Jaime Torres Bodet, entre otros.14 Fuera del campo literario, fueron sus disc�pulos Daniel Cos�o Villegas, Luis Ch�vez Orozco, Luz Vera, Eduardo Villase�or, Palma Guill�n, Samuel Ramos y Manuel Gonz�lez Ram�rez.