Corresponde a la sesi�n de GA 3.3 R�OS Y CIUDADES
Hace aproximadamente 5 000 a�os surgieron tres importantes civilizaciones que tuvieron caracter�sticas comunes, �stas fueron: Mesopotamia, China y Egipto. Aunque las sociedades de estos pueblos habitaron regiones muy distintas, enfrentaron un problema semejante debido a que fueron civilizaciones agr�colas: c�mo aprovechar el agua de los r�os junto a los cuales se asentaron. En consecuencia, una de sus principales caracter�sticas fue el desarrollo de la agricultura como base de su econom�a.
�Cu�les fueron estos r�os? Para saberlo observemos la situaci�n geogr�fica de estos pueblos. Egipto floreci� al norte de �frica en las riberas del r�o Nilo; en el Asia Menor -conocida como el Cercano Oriente-, entre los r�os Tigris y �ufrates convivieron pueblos que, en conjunto, formaron Mesopotamia; y en el extremo oriental de la gran Asia -el Lejano Oriente- se estableci� el Imperio chino.
Contener las aguas de estos caudalosos r�os, cuyos desbordamientos eran frecuentes, impuso a los habitantes de esas regiones tareas colectivas de gran esfuerzo, como construir diques, canales y presas, entre otras obras. El objetivo de esos trabajos era controlar las inundaciones y almacenar el vital l�quido. Este hecho fue muy importante, pues de �l dependi� que lograran desarrollar la agricultura, que les permiti� asegurar su subsistencia.
Conforme estos pueblos fueron mejorando sus t�cnicas de control hidr�ulico, lograron que los caprichosos r�os les brindaran una mejor�a en la producci�n agr�cola, que propici� que la poblaci�n creciera.
Ante el aumento del n�mero de habitantes, la importancia de las obras hidr�ulicas creci� y el trabajo tuvo que dividirse entre los miembros de estas sociedades: los campesinos prove�an alimentos; los artesanos fabricaban herramientas y los obreros constru�an y proporcionaban mantenimiento a las obras.
Los egipcios, por ejemplo, crearon un ingenioso m�todo para regar sus sembrad�os. Edificaron diques que imped�an la inundaci�n de los poblados y serv�an para contener el agua hasta que tuviera la fuerza suficiente para que, al liberarla, corriera hasta los surcos y los dep�sitos del l�quido m�s alejados.
Tambi�n crearon un sistema de palancas, que funcionaba como una bomba de agua, a trav�s del cual llenaban un recipiente con agua de r�o y luego lo vaciaban a los canales de riego.
Para evitar los efectos del desbordamiento, previendo las crecidas anuales del Nilo, crearon un m�todo que consist�a en medir los niveles del agua en distintos puntos del r�o. Esto les permit�a conocer con anticipaci�n si las crecidas ser�an escasas o abundantes y, as�, tomar precauciones para evitar los desastres que pudieran ocasionar alguna inundaci�n o sequ�a.
De la misma manera, los chinos y los mesopot�micos idearon t�cnicas que les permitieron utilizar adecuadamente este recurso natural; esto abri� paso al hist�rico proceso de la agricultura por riego, que provoc� un cambio fundamental en la organizaci�n social y pol�tica de los pueblos de la antig�edad.
Como resultado, surgi� una eficiente econom�a agr�cola, productora de alimentos, que no s�lo satisfizo las necesidades de una poblaci�n en aumento constante, sino que tambi�n produjo un sobrante que pod�a acumularse para cambiarlo por otros productos que las grandes comunidades no produc�an en su regi�n. Dicho sobrante, denominado excedente de producci�n, tambi�n serv�a para alimentar a la poblaci�n que realizaba otras actividades.
Este proceso de producci�n agr�cola, as� como la vida pol�tica y social de los hombres antiguos, era dirigido por poderosos grupos sacerdotales, que se encargaban de realizar los ritos religiosos y las fiestas para cada divinidad, sobre todo para aquellas que, se cre�a, pod�an garantizar la producci�n de buenas cosechas. Para efectuar las ceremonias se construyeron templos dedicados a los dioses principales.
En estos templos, que tambi�n eran utilizados para almacenar alimentos, se centraliz� la administraci�n de la vida de la comunidad, y en torno a ellos giraba la organizaci�n social, pol�tica y econ�mica.
Debido a las frecuentes invasiones y saqueos que sufr�an estas poblaciones por parte de las tribus n�madas, empezaron a construir murallas para protegerse de dichos invasores; lo anterior origin� el surgimiento de los defensores de las ciudades, un nuevo grupo social: los militares.
As�, de los sacerdotes y militares, grupos sociales que no estaban ligados a actividades productivas, surgieron los gobernantes. La construcci�n de templos, edificios administrativos, palacios y enormes murallas transform� los caser�os en grandes ciudades, las ciudades - Estado.
En las primeras ciudades no se realizaban actividades agr�colas, sin embargo, en ellas se intercambiaban los productos del campo por los producidos en las propias ciudades, como las manufacturas.
En las ciudades se entregaban las cosechas para su distribuci�n, hab�a mercados, templos, talleres, etc. Eran, adem�s, el centro religioso y cultural.
El desarrollo de las ciudades era posible gracias al trabajo del campesino, porque en �l reca�a la importante tarea de alimentar a toda la poblaci�n.
Muchas de las ciudades de la antig�edad tuvieron un gran esplendor, contaban con enormes palacios, templos monumentales, avenidas amplias y bellos jardines. Ejemplo de esto fueron las maravillosas ciudades construidas en Mesopotamia, China y Egipto.
El origen de todas estas grandes ciudades casi siempre fue humilde. Sin embargo, su importancia creci� tanto que las aldeas situadas en las riberas de los r�os aceptaron voluntariamente someterse a los nacientes gobiernos de sacerdotes y militares. Fue as� como se formaron los reinos de la antig�edad.
Poco a poco, esos reinos adquirieron poder�o y emprendieron mayores obras, por lo que necesitaron conseguir m�s recursos econ�micos y, hombres para trabajar en ellas. Para ello, fortalecieron sus ej�rcitos e iniciaron la conquista de otros pueblos menos poderosos y aun de reinos fuertes.
La guerra fue la forma en que se proveyeron de mano de obra esclava y de riquezas, a trav�s del saqueo y del tributo. La guerra y la conquista de otros pueblos permiti� a China, Egipto y los distintos pueblos de Mesopotamia convertirse en los primeros imperios en la historia de la humanidad.