XII. LA INVESTIGACIÓN PESQUERA
EL HOMBRE
obtiene información exacta sobre sí mismo y cuanto le rodea a través de la investigación científica, que consta de la consulta bibliográfica, observaciones, mediciones y experimentos precisos y controlados, cuyos resultados le describen cómo se desarrollan y están formados los sistemas y fenómenos vivos o no vivos del Universo. Esta información le permite pronosticar y prever eventos de la naturaleza que están fuera de su control, como por ejemplo huracanes, así como conocer lo que sucederá en algunos sistemas que él controla o modifica de acuerdo con sus necesidades, como la agricultura, la ganadería y la acuicultura.Cuando el científico estudia un sistema, trata de conocer su estructura y describir su funcionamiento; ningún sistema en que pueda trabajar este investigador es realmente cerrado, es decir, cada sistema tiene relación con otros y en consecuencia está compuesto, simultáneamente, por sistemas de orden inferior que a su vez son parte de un sistema rector de orden superior. Así, un organismo está compuesto de órganos que se estructuran con base en los tejidos y éstos, de células que contienen moléculas, pero al mismo tiempo el organismo es miembro de una comunidad que ocupa un hábitat.
La aplicación de los métodos de investigación científica al conocimiento de los recursos marinos, como los peces, las algas, las ostras, los camarones, se ha llamado "investigación pesquera", y se realiza con el fin de conocer de qué manera cambian estos recursos en su distribución y composición debido a variaciones en su ambiente, puesto que los efectos de esos cambios se manifiestan notablemente en las capturas; es muy conveniente contar con información periódica sobre ellos y, si es posible, llegar a predecirlos.
En general, cuando se habla de investigación pesquera la mayor parte de la gente piensa en biología, debido a que por pesca se puede entender la actividad humana que, con ayuda de instrumentos apropiados, tiende a capturar organismos acuáticos, para aprovecharlos generalmente como alimentos.
Sin embargo, se tiene que señalar que la investigación pesquera debe considerar la pesca como un sistema total, en el cual intervienen: los organismos acuáticos, como el recurso natural que se explota; las características biológicas de estos recursos, y las propiedades fisicoquímicas y geológicas del medio ambiente donde se desarrollan. También se toman en cuenta las actividades relacionadas con las técnicas que se emplean para la captura, la elaboración y el almacenamiento de los productos, la venta de los mismos, así como los procesos económicos y sociales que se generen con motivo del aprovechamiento integral del recurso, además de la política que tenga el país para normar los procedimientos de las instituciones que dirijan la mencionada actividad pesquera.
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Figura 41. Ciencia pesquera.
Estas características distintivas de la explotación de los recursos acuáticos determinan el carácter de la investigación pesquera, la cual no se limita solamente a hacer el estudio biológico y ecológico para dicha explotación, pues al estar interesada en la pesca como un sistema total, le conciernen, además de las biológicas, las investigaciones de tipo tecnológico, económico y social.
Figura 42. Complejo pesquero.
Es importante subrayar este gran ámbito con el fin de que cada profesionista relacionado con esta investigación asuma su responsabilidad y colabore con sus conocimientos y actividad, para resolver los problemas que se presentan en la dirección, planeación, crecimiento y desarrollo de la industria pesquera.
La investigación pesquera, también llamada "ciencia pesquera", ha tenido a través del tiempo un proceso evolutivo relativamente lento, relegada un poco por la necesidad económica de aprovechar los sistemas acuáticos. Esta lentitud de la evolución se debe a que, como a la industria pesquera lo que más le ha interesado es la captura que se logra por la abundancia de organismos en las aguas marinas y continentales, la investigación pesquera total no ha tenido amplia demanda al no existir una plena convicción sobre su utilidad.
Los sistemas que componen una pesquería y que son estudiados por la ciencia pesquera tienen características muy especiales que no presentan otros sistemas de explotación por el hombre: estas características derivan de ciertos rasgos de los organismos que forman el recurso pesquero y de las circunstancias en que se verifican las operaciones; los recursos son generalmente invisibles y de propiedad común, ya que la mayoría son aprovechados por varios países; las circunstancias de su explotación están acompañadas de grandes riesgos, ya que el producto es sumamente delicado.
Por estas razones, cualquier intento de describir el funcionamiento de los sistemas de la pesca, objetivo de la ciencia pesquera, ya sea al nivel de recursos u otro superior, debe comprender elementos técnicos y sociales.
La expresión "recursos naturales," que sirve como primer criterio para determinar los límites de la ciencia pesquera, es interpretada de diferente manera; por ejemplo, en economía, recurso es algo que el hombre puede usar para sus propios fines, mientras que en ecología recurso es algo que un organismo puede usar para sus propósitos.
El hombre también es un organismo; sin embargo, la manera en que utiliza los recursos difiere de la de otros organismos, ya que, por su naturaleza, el hombre puede planear el uso de sus propios recursos para resolver sus necesidades y se encuentra capacitado para hacerlo, pues gracias a su trabajo científico comprende y controla su efecto sobre ellos, y en ciertos casos, interviene en los mismos; es más, tiene la capacidad de ordenar su explotación para obtener el máximo beneficio, no sólo de inmediato sino también a largo plazo.
De este modo, la reglamentación de la explotación de los recursos acuáticos es determinada por consideraciones biológicas, económicas y sociales que no existen para otros niveles bióticos.
Estas características distintivas para la explotación de los recursos vivos del mar por el hombre determinan el carácter de la ciencia pesquera; ciencia que no puede limitarse a un estudio del aspecto biológico de la explotación, ya que al estar relacionada con los demás elementos que componen a la pesca como un total de sistemas, también debe estarlo con los elementos no biológicos de aquellos sistemas.
Por lo tanto, la ciencia pesquera combina, además de las ciencias relacionadas con el propio recurso, como la biología marina y la oceanografía, ciencias relativas al conjunto de la tecnología; y, a su vez, reúne las que se ocupan de investigar los beneficios que se obtienen del uso de los recursos; por lo tanto, tiene que comprender al recurso dentro del sistema pesquero, compuesto por los sistemas de extracción, de elaboración y de distribución.
La ciencia no avanza por una simple acumulación de datos e ideas, sino que lo hace con base en una serie de revoluciones; cada ciencia tiene su propio grupo de conocimientos y teorías sobre los sistemas que estudia y sobre la metodología que utiliza. La ciencia pesquera no ha experimentado revoluciones dramáticas, su historia es la de un proceso de evolución relativamente lento, de acuerdo con la presión de las necesidades económicas de la industria, para obtener mejores respuestas sobre los sistemas que integran a las pesquerías y de los estímulos intelectuales de los propios científicos.
La investigación pesquera se inició a mediados del siglo pasado con la expedición del Challenger, basada en los conocimientos aportados por la biología marina, ciencia que todavía en la actualidad es confundida con la ciencia pesquera, y debe quedar claro que son distintas, que tienen intereses diferentes.
A mediados del siglo
XIX
se dieron en Alemania, Gran Bretaña y países escandinavos, los primeros pasos precisos para establecer la investigación pesquera formal, en gran parte por determinadas necesidades económicas de aquel tiempo, producidas por cambios espectaculares ocurridos en la industria. Esto ocasionó que la biología marina, que entonces sólo estudiaba de manera descriptiva las especies acuáticas, empezara a enfocar su atención hacia las especies de importancia económica, originándose así la biología pesquera, que se ocupa de analizar las características de los recursos pesqueros para tratar de explicar las fluctuaciones en la captura, en relación con el efecto de la pesca, con el fin de proponer métodos para predecir la captura y así regularla y conservar el recurso.La biología pesquera comenzó como una tarea dedicada a identificar los recursos, su distribución y su ciclo de vida; muy pronto, sin embargo, prestó mayor atención a los problemas del crecimiento de la población y el reclutamiento de nuevos organismos de tamaño pescable.
Los conocimientos aportados por los biólogos pesqueros permitieron, a principios de siglo, establecer el Consejo Internacional para la Explotación del Mar. La ciencia pesquera continuó su evolución y, en los últimos 15 años, los métodos de la biología pesquera se han desarrollado, y en la actualidad se puede conocer la dinámica de las poblaciones de las principales especies comerciales, en cuanto a la edad, longitud, sexo, madurez sexual, reclutamiento, mortalidad, etcétera. También ha fijado los métodos para medir el esfuerzo pesquero, lo que permite establecer la relación entre el análisis de la captura y la estructura de la población, para programar de manera adecuada las pesquerías; asimismo, se ha logrado entender a las poblaciones pescables como parte de las cadenas de alimentación y la relación que tienen con los factores del ambiente reportados por la oceanografía física y por la oceanografía química.
Posteriormente, la biología pesquera empezó a formular modelos que permitieron conocer la dinámica de las poblaciones y calcular la captura obtenible de un stock determinado, hasta llegar en la actualidad a comprender en su totalidad las causas que determinan el reclutamiento, crecimiento y mortalidad, y así poder establecer los mejores métodos para manejar la explotación racional de los recursos.
En el presente siglo, conforme se fueron desarrollando las pesquerías, se inició la investigación sobre tecnología pesquera, que analiza las operaciones de la captura, mide en detalle la eficiencia de las artes de pesca, descubre las fallas que pueden presentar y las reduce para estar en condiciones de crear nuevos diseños del equipo y así incrementar la productividad. La tecnología se ha enfrentado también al problema de encontrar los métodos adecuados para procesar la captura y elaborar productos que tengan aceptación para su consumo.
Cada día los métodos de investigación en tecnología pesquera alcanzan mayor desarrollo, tanto en el campo de artes y métodos de pesca, como en el de procesamiento de los productos, para obtener un máximo aprovechamiento.
Luchando contra el escepticismo y debido a la necesidad de contar con decisiones eficaces en la industria pesquera basadas en la información sobre las condiciones naturales del recurso y las características técnicas de su explotación, un grupo de economistas creó la investigación en economía pesquera, la cual ayuda al pescador y a los industriales a realizar las inversiones necesarias para lograr el mejor uso posible del recurso y de los productos que se obtienen manejando el mercado de manera óptima, con el fin de lograr el máximo rendimiento de la pesca.
Como parte de los estudios de la economía pesquera, de manera paralela se ha iniciado el estudio de los aspectos sociales para analizar las oportunidades y limitaciones de tipo político y social que se presentan en la actividad pesquera.
Por lo tanto, en las investigaciones que permiten conocer la disponibilidad, la accesibilidad y la vulnerabilidad, se requieren estudios biológicos, tecnológicos y económicos. Los estudios biológicos están orientados a entender el ciclo de vida del recurso, para informar a la industria dónde, cuándo y cuánto puede pescar, y así calcular los niveles de captura que se pueden obtener de cada stock y poder predecir los cambios que se producen en la disponibilidad del recurso, al utilizar generalmente el modelo que sostiene que la población pescable (S2) es igual a la suma de la población natural (S1) con sus posibilidades de reproducción (G) y reclutamiento (R) menos la mortalidad por pesca (C) y la mortalidad natural (M).
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Figura 43. Modelo para predecir la población pescable.
Con lo anterior, la biología pesquera, que estudia el sistema recurso, tiene como objetivo, además de conocer el recurso para aprovecharlo racionalmente, llegar a intervenir en él, es decir, manejar su hábitat y dominar su cultivo. En este campo se hace necesaria la participación de oceanólogos pesqueros que trabajen de manera complementaria con el biólogo.
Estos conocimientos permitirán programar el desarrollo y crecimiento de la industria sobre bases reales, ya que al conocer la cantidad del recurso con el que se cuenta o se puede contar, se podrán calcular las inversiones, y evitar tener un número mayor de unidades de captura o de proceso que harían incosteable la operación. También permitirían explotar racionalmente el recurso y evitar la sobrepesca o el subaprovechamiento, y establecer los periodos de veda u otras medidas para reglamentar la captura conservando los recursos.
Además, los conocimientos aportados por la biología harán posible mejorar los procesos de elaboración, almacenamiento, manipulación y control de calidad de los productos, con base en los conocimientos de las cualidades de los organismos, y la acción bacteriana que interviene en cada paso del proceso.
El sistema de captura está formado por la unidad de pesquería y la unidad de pesca. La de pesquería es el conjunto de barcos, hombres e instrumentos que operan en un régimen común para la explotación de algunos recursos en un área más o menos determinada, y la unidad de pesca consta del equipo y mano de obra que puede realizar la pesca en forma autónoma. La investigación en este campo la efectúa la tecnología pesquera.
Los estudios sobre la tecnología pesquera permiten aportar conocimientos sobre el diseño de las artes de pesca eficientes de acuerdo con la forma de buscar, capturar y matar a los organismos; características de las embarcaciones en cuanto a su potencia en relación con el monto y la eficacia del esfuerzo pesquero; los métodos para localizar a los organismos, como el uso del sonar y la ecosonda. Estos conocimientos caen dentro de los ámbitos de la física, de la arquitectura y de la ingeniería naval.
También corresponde a la tecnología pesquera el diseño de los métodos para la conservación, elaboración, almacenamiento y transporte de los productos, empleándose conocimientos de la química y de la ingeniería industrial; asimismo, interviene en la planeación de los puertos y terminales pesqueras, desde la localización del lugar hasta su construcción con las obras de protección, navegación, infraestructura de operaciones y las instalaciones necesarias para el eficaz funcionamiento de la flota pesquera.
En cuanto a la economía pesquera, las investigaciones permiten conocer uno de los requisitos básicos de toda actividad pesquera, es decir; si es rentable o no, con el análisis de los costos de operación, así como del mercado real y potencial.
Al mismo tiempo, la investigación en economía pesquera está ligada al campo de la sociología, y aportará las bases sociales de la organización de la industria para tomar las decisiones que permitan hacer la mejor utilización de los recursos en beneficio de la comunidad, de acuerdo con las condiciones de los sectores humanos que intervienen en la pesquería. Desempeña así un papel básico en la creación de la legislación pesquera tanto nacional como internacional, al estudiar las implicaciones económicas, políticas y sociales que todo tipo de legislación tiene implícita.
En todos los sistemas que componen la actividad pesquera, es importante diseñar la estructura institucional de la industria, hacer el análisis de las pesquerías en relación con el resto de la economía del país, estudiar y medir las operaciones de la industria en términos financieros de costo-beneficio, etcétera; estudios que le corresponde llevar a cabo también a la economía pesquera.
Estas investigaciones permitirán manejar de manera adecuada la industria pesquera, que consta de una serie de actividades integradas que van desde el conocimiento del recurso en captura o cultivo, basta la comercialización y consumo, pasando por la industrialización y transporte. Para lograr su desarrollo se tienen que conocer a fondo las diferentes pesquerías que la forman.
Una pesquería está formada por el conjunto de unidades de pesca que extraen un recurso de las aguas, en un área definida, con el mismo tipo de barcos y artes de pesca. La descripción de una pesquería informa sobre los recursos que explota, sus unidades de pesca formadas por la embarcación, las artes y la tripulación, cómo es física y económicamente la flota, de qué manera aumenta y cambia, desde cuándo, dónde y cuánto pesca. Esta descripción proporciona información también sobre la infraestructura que se relaciona con la industria, como muelles, caminos, etcétera; y, por último, de los desembarques de la captura, su preparación y distribución hasta llegar a los compradores o consumidores.
La investigación pesquera se inicia al tratar de establecer la cantidad de recurso que puede capturarse en un momento determinado, lo cual depende del tamaño de la población y de la capacidad de la flota para pescar; para lograrlo, los biólogos pesqueros tienen que estudiar las características de la población natural, la composición por sexos y edades, la capacidad de reproducción, el crecimiento de los individuos, la supervivencia y las características actuales y futuras de su medio.
Para obtener esta información, el biólogo pesquero realiza muestreos, colecta los organismos en los barcos dedicados a la pesca comercial o utiliza barcos de investigación pesquera. A los organismos los mide para establecer la variedad de tallas, estudia unas estructuras del oído llamadas "otolitos" o las escamas, en el caso de los peces, para conocer sus factores de crecimiento; obtiene el aparato digestivo para analizar el contenido estomacal y saber cuál es la alimentación del recurso; procesa las gónadas haciendo preparaciones microscópicas, lo que permite fijar las épocas de reproducción.
También realiza muestreos de plancton utilizando redes especiales para su captura con el fin de conocer el número de huevos y larvas de la especie, para fijar su mortalidad natural, el tiempo de desarrollo y crecimiento. A la vez, para decidir cuánto puede recomendar que se capture en la temporada, diseña los modelos matemáticos de predicción, basándose en los datos de la dinámica de las poblaciones con respecto a su reproducción, crecimiento y mortalidad, con el fin de conservar el recurso.
Los procesos que presentan las especies biológicas están controlados y determinados por factores y elementos del ambiente, que pueden ser físicos, químicos y bióticos, y cuando se pescan comercialmente, también técnicos.
Los factores físicos y químicos conforman un clima acuático donde se incluye temperatura, oxígeno y movimientos de corrientes de agua que lleva, además, minerales y otras sustancias químicas disueltas que forman los nutrientes, los cuales sirven de alimento al fitoplancton, que a su vez se encarga de formar el alimento de las especies.
El clima de una extensión de agua en cualquiera de las estaciones del año está determinado tanto por las fuerzas que causan las corrientes y otros movimientos, como por las interacciones entre el agua y la atmósfera, incluyendo la influencia del Sol y la Luna.
Los oceanólogos físicos y químicos tienen que medir todas las variables para hacer mapas sobre cada una de ellas; utilizan botellas para tomar muestras de agua de diferentes profundidades y, posteriormente, en el laboratorio las procesan. Primero observan los registros de temperatura en el termómetro que está adaptado a la botella; después, utilizando reacciones químicas, miden el oxígeno disuelto, analizan la salinidad y el pH, así como la productividad del agua con base en la realización de un conteo del fitoplancton y una medición de sus reacciones.
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Figura 44. Disco de Secchi, uno de los aparatos que sirven para medir las características fisicoquímicas del agua.
Con el batitermógrafo se calcula las corrientes y la temperatura a diferentes profundidades; el disco de Secchi proporciona datos sobre la penetración de la luz en el agua, y los mareógrafos, la intensidad de las mareas.Para relacionar al recurso con su medio, resulta necesario desarrollar un sistema constante de observación y medición, es decir, de "monitoreo" del clima acuático, para que sea posible mostrar a tiempo la relación entre los procesos de fertilidad, crecimiento y mortalidad del recurso, con las distintas variaciones del clima. Una vez logrado lo anterior, se podrán crear sistemas útiles para predecir cómo, cuándo, por qué y cuáles cambios se presentarán en la población del recurso.
El propósito de toda pesquería es obtener materia prima que sirva, directa o indirectamente, para la alimentación humana. Sin embargo, las decisiones para iniciar, desarrollar y mantener una pesquería toman en consideración, además, la creación de fuentes de trabajo para los pescadores y personas que pueden trabajar en el procesamiento y mercado de las capturas; los efectos económicos en las actividades relacionadas con la pesca que se refieren a la construcción de barcos, motores, artes de pesca o aparejos, fabricación de hielo, etc.; y la posibilidad de proporcionar divisas al país exportando productos.
Para entender todos los aspectos de la industria pesquera es necesario disponer de información sobre cada uno de sus componentes: recursos, embarcaciones y aparejos, plantas de procesamiento, así como de las organizaciones que la administran y de las industrias relacionadas con ella. Este es el trabajo de los economistas pesqueros, los que realizan investigación con base en encuestas que se elaboran en los diferentes sectores, y auxiliados por computadoras.
Con todos estos conocimientos que aporta la ciencia pesquera a los países, de acuerdo con sus condiciones de desarrollo, podrán establecer adecuadamente sus programas de crecimiento y desarrollo en esta materia, con las bases que les permitan llevarlos a cabo de acuerdo con sus propias necesidades, estudiando sus programas en el espacio y en el tiempo.
Se tiene que destacar el hecho de que muchos países, como México, apenas están en vías de desarrollo, por lo que en sus programas de crecimiento se toman medidas urgentes sin contar con las óptimas investigaciones, que se van realizando lo más pronto posible para aplicarlas y llegar a tener mejor rendimiento.
En todo trabajo científico, una de las actividades fundamentales es la medición detallada. A través de ella, los investigadores pesqueros, biólogos, tecnólogos y economistas obtienen múltiples datos sobre los distintos sistemas que componen la pesca. Con la información obtenida, y después de hacer el análisis correspondiente, se establecen los modelos que permiten llegar a predicciones con el fin de aprovechar al máximo, pero de manera racional, los recursos vivos del mar.
También es importante señalar que la investigación pesquera es interdisciplinaria, y que no sólo es una rama de la ciencia la que hace posible obtener los mejores resultados en la industria pesquera. Que no son sólo biólogos los que pueden resolver el problema o ser "culpables" de que no se resuelva, sino que se necesita la participación responsable de otros profesionistas, cada uno de los cuales acepte el reto que ésta implica y aporte sus conocimientos y su decidida actividad para lograr un verdadero desarrollo pesquero.
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