Cae Madero


Febrero de 1913 marca un cambio en la vida política del país. La sublevación de la Ciudadela y el cuartelazo de Huerta acabaron con el régimen de Madero, asesinado el día 22. En Toluca ya se había formado un grupo reaccionario. El mismo gobernador Medina Garduño no era ajeno a la conjura, pues una vez caído el apóstol de la democracia se apresuró a elogiar a Huerta como elemento de "salvación nacional". El golpe huertista y la amenaza de una intervención estadounidense atrajeron más la atención del ejército oficial y aun de algunos zapatistas, que suspendieron las hostilidades. Otros sublevados, en cambio, se aprovecharon de la coyuntura y por el mes de marzo de 1913 tuvieron éxitos en Temascaltepec y Valle de Bravo.

Zapata mantuvo contra Huerta la bandera del Plan de Ayala. El usurpador dispuso una amnistía que casi no tuvo resultado y recomenzó la lucha, imponiéndose de nuevo el incendio de poblados sureños, como sucedió en abril de 1913 en rancherías de Amatepec, Tlatlaya, San Juan de las Huertas y Tenancingo. Tal represión surtía a veces efectos contrarios. Así, se levantaron en armas, declarándose zapatistas, Everardo González, Julián Gallegos y Valentín Reyes.


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