A su función tradicional de productor de materias primas agrícolas (maíz, frijol, tabaco y caña), Nayarit ha añadido el desarrollo de cultivos altamente comerciales y especulativos, como el mango, la sandía y otras frutas, así como la apuesta al turismo nacional e internacional.
Su situación geográfica, su capital natural en costas y playas, lo han convertido en un emporio turístico. Las actividades turísticas se han apoderado de la costa del municipio de Compostela, afectando hasta la geografía administrativa: de Compostela se desmembró un nuevo municipio, el de Bahía de Banderas. Creación del capital estadounidense, canadiense y japonés, Bahía de Banderas llamó a nuevos pobladores para atender las necesidades hoteleras. Nuevo Vallarta, frente al puerto del mismo nombre, ha inaugurado hoteles de cinco estrellas con capital canadiense y español.
De manera lógica se construyen carreteras costeras y autopistas para relacionar Nayarit con Guadalajara y el norte. El aeropuerto de Tepic se modernizó y amplió en 1991, con vuelos a Guadalajara, México y Tijuana.
El resultado de esa evolución general es el énfasis en la concentración poblacional de la capital, que agrupa 30% del total; la acentuación de las oposiciones regionales entre un oriente pobre y un occidente más activo, un sur que se especializa en el turismo, un centro en servicios y un norte en agricultura de exportación. La ciudad de Tepic resume todos estos cambios con el crecimiento incontrolable de las colonias pobres y la aparición de huicholes "urbanos". La loma de los Metates, donde se ubica la colonia huichol Zitacua, las colonias urbanas pobres que no cuentan en 40% de los casos con servicios públicos contrastan con los fraccionamientos ricos y amurallados. Por desgracia, Tepic sigue atrayendo nuevos pobladores en busca de empleo, por lo cual la ciudad sigue creciendo entre cañaverales y milpas.