X. LA ERA DE FRANCISCO CAÑEDO, 1877-1909


LA LLAMADA "ERA DE FRANCISCO CAÑEDO" se inició con el triunfo de la revuelta de Tuxtepec, en 1877, y terminó con la muerte del general Cañedo, en 1909. Este periodo corresponde a la etapa de la historia nacional conocida como el porfiriato, y no sólo por coincidencia cronológica, sino porque las características de los hechos muestran una mayor integración de Sinaloa a la sociedad nacional, y de ambas al orden económico mundial impuesto por las potencias capitalistas del mundo occidental. Ya vimos cómo, desde el siglo XVIII, la sociedad de la entonces Intendencia de Arizpe se ligó al mercado mundial por medio de comerciantes ingleses y estadunidenses y cómo esta relación económica se fue haciendo más intensa a lo largo del siglo XIX, a la par que producía mayores repercusiones al interior de nuestra sociedad. Durante la era de Cañedo este fenómeno alcanzó mayor profundidad y creció el número de canales para la penetración de la influencia económica de los extranjeros. Por estas razones, para comprender la historia sinaloense de este periodo —y también la nacional— es preciso tener en cuenta lo que ocurría en el mundo occidental.

En el último cuarto del siglo XIX el sistema capitalista entró en la fase del imperialismo financiero, esto es, la vigorosa expansión de los países desarrollados sobre las regiones no industrializadas de América, Asia y África. Los países capitalistas necesitaban controlar las fuentes de las materias primas requeridas por sus industrias, pugnaban por abrir nuevos mercados para sus manufacturas y para obtener mejores oportunidades de inversión de sus capitales. En esta coyuntura de la historia occidental, los Estados Unidos surgieron como potencia económica capaz de rivalizar con las naciones europeas en la carrera imperialista, y, por la cercanía geográfica, México y el Caribe serían el primer campo de acción de sus ambiciones económicas, además de la expansión por el Océano Pacífico.

La respuesta del régimen porfiriano al empuje del imperialismo estadunidense fue receptiva, con desconfianza pero con la esperanza de promover el desarrollo económico del país, como lo preveía el programa económico de los liberales instalados en el poder. México abrió sus fronteras para que los capitales extranjeros fluyeran sin tropiezo a los sectores fundamentales de la economía nacional. Los Estados Unidos superaron por amplio margen a sus competidores europeos —Inglaterra, Francia, Alemania y Holanda, principalmente—. Los capitales estadunidenses se invirtieron en la explotación de recursos minerales y en la construcción de ferrocariles; de hecho, las principales vías mexicanas fueron la prolongación de las líneas y las empresas que operaban en el suroeste de los Estados Unidos. México recibió el efecto de la fuerza económica del exterior y se adaptó a sus exigencias. La economía mexicana dio señales de dinamismo, pero el resultado fue un crecimiento supeditado a los intereses de los inversionistas extranjeros. En esta coyuntura descubrimos el inicio de un rasgo característico de la economía sinaloense del presente, esto es, su vinculación muy estrecha con la economía de los Estados Unidos.

Por todas estas circunstancias, la era de Francisco Cañedo marca un hito en la historia de Sinaloa; es el inicio de una nueva etapa porque los cambios que aquí se esbozaron llegarían a ser las líneas directrices del desarrollo de nuestro estado. En la época de Francisco Cañedo Sinaloa se modernizó, pero debemos precisar sus alcances. La economía sinaloense se transformó al recibir la tecnología avanzada y las inversiones necesarias, más para desempeñar el papel que le asignó el sistema capitalista, esto es, en la forma y las circunstancias que convenían a los inversionistas extranjeros. El objetivo no era el bienestar del pueblo sinaloense, sino las ganancias de los dueños del capital. Las transformaciones de la sociedad del estado tuvieron repercusiones en todos los aspectos: en lo político, en lo económico, en lo social y en lo cultural, pero en el aspecto económico fueron más apreciables, por lo que iniciaremos el relato precisamente con los cambios ocurridos en la economía sinaloense.

La economía sinaloense durante la era de Cañedo
Los asuntos políticos
Los Mochis y el valle del Fuerte
La sociedad
El final de la era de Cañedo

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