A partir de los años cuarenta, el desarrollo de la cultura en Zacatecas enfrentó serios obstáculos. La pobreza que ha obligado a miles de zacatecanos a abandonar sus lugares de origen para buscar mejores condiciones de vida en México o en los Estados Unidos, junto con una concepción del desarrollo que antepuso el crecimiento económico al avance de las libertades políticas y al cultivo del espíritu, dificultaron durante largos años la apertura de un espacio cultural en el estado.
Artistas e intelectuales nacidos en Zacatecas, que figuran entre los exponentes más destacados de la cultura nacional en la segunda mitad del siglo XX
, vivieron la experiencia de la emigración. En la mayoría de los casos su trabajo se desarrolló fuera de su tierra natal y durante mucho tiempo no tuvieron oportunidades para compartir con sus coterráneos los productos de su creatividad.
En la década de los setenta esta situación comenzó a cambiar, como resultado del intento deliberado de los gobiernos de la entidad de apoyar las actividades culturales y de esta manera contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los zacatecanos.