A fines de la Colonia, un reducido grupo de poderosos comerciantes se dedicó en Zacatecas al comercio en gran escala, dominó los circuitos comerciales externos e internos más importantes y monopolizó los capitales y el crédito de la región. Controlaba a los comerciantes en pequeño, quienes no tenían otra alternativa que aprovechar las redes de distribución de los grandes comerciantes, y con mucha frecuencia combinó la actividad comercial con inversiones en la agricultura y la minería.
Cuando estalló la guerra en 1810, varios españoles dedicados al comercio en gran escala abandonaron la provincia temporalmente, y en su ausencia sus viejos administradores o socios criollos en general, segundones lograron controlar el comercio de la provincia sin llegar a desplazarlos totalmente, pues al regreso lograron reincorporarse a los negocios mercantiles. Así, pues, los poderosos comerciantes de fines de la Colonia alcanzaron los beneficios de la bonanza económica de Zacatecas durante la primera república federal.
Las casas mercantiles de otras regiones del país surtieron a Zacatecas de artículos importados, dejando a los comerciantes locales como sus intermediarios, situación que se modificó cuando hacia 1828 en Aguascalientes se establecieron cuatro casas extranjeras. Pero su presencia provocó la inconformidad de los comerciantes locales, quienes no tenían posibilidades de competir frente a la calidad y los precios de las casas inglesas y francesas, primeras en establecerse en la región y a las que sucederían las estadunidenses.
A pesar del poder de los grandes comerciantes, los pequeños y los llamados ambulantes tuvieron una presencia constante, y si bien el volumen individual de sus transacciones era reducido, en conjunto representaban una parte considerable del comercio zacatecano.
Como se ha señalado, el año de 1835 trajo profundos cambios en la vida política y económica de Zacatecas. La llegada de los poderosos comerciantes empresarios a la provincia liquidó a muchos de los pequeños y medianos inversionistas locales; en general, sobrevivirían los inversionistas fuertes mediante su alianza con aquéllos, haciendo más oligárquica la economía zacatecana.