Muy diferente fue la trayectoria histórica que siguieron las Tablas geográficas políticas en Europa. La fuente básica para conocer cuál fue su destino es la permanente correspondencia de Humboldt con científicos, libreros, editores y funcionarios con los que entró en contacto apenas regresó al Viejo Mundo.42
Desde 1805 manifestó su deseo de publicarlas confiando en que tendrían gran aceptación en Inglaterra: "una obrita que se vendería muy bien", le decía Humboldt a su editor francés,43 a quien además le aseguró que se podría publicar "en pocos meses". Sin embargo, las cosas no marcharon bien cuando estableció contacto con sus posibles editores ingleses, los señores Longman y Rees, con quienes Humboldt tuvo desavenencias cuando éstos se permitieron hacerle indicaciones que resultaban ofensivas para un científico de su talla y de su fama. En una carta a su amigo Marc Auguste Pictet, fechada en Berlín el 3 de enero de 1806, le decía:
"Podría yo quejarme de la enorme indelicadeza de esos señores Longman y Rees que me aconsejan la lectura de ciertos libros, suponiendo que no los conozco, cuando yo los tuve en mis manos por lo menos cinco años antes de que en su isla encantada se conociese la existencia de tales obras. Me han tratado como si fuese un comerciante en paños, o más bien como un fabricante de quien se teme que, por falta de existencias en almacén, sea capaz de pretender que pase con su marca un artículo procedente de otra fábrica. El resultado de todas estas maniobras es el siguiente: Señor, no queremos obras científicas sino cuentecitos como los del príncipe Libau y, sobre todo, una estadística de México para saber cuáles son los precios de la cochinilla en esta plaza. Esta estadística vuelve locos a nuestros diplomáticos. Mr. Hammond dice que esto vale 1 000 libras, y me habló de tal modo que, según parece, él prefiere esas tablas estériles a todo lo que la imaginación y la ciencia pudieran producir. Pues bien, tendrán su estadística, y usted, amigo mío, recibirá la primera parte del manuscrito dentro de algunos meses."44
En esa misma carta a Pictet expone Humboldt las razones que le impulsaban a publicar en Francia las Tablas, así como las modificaciones que pensaba hacer a la versión original. Estas son sus palabras:
"El deseo de ganar dinero y el temor de que, a pesar nuestro, se publique una copia que tiene el príncipe de la Paz, me impulsan a comenzar la edición de inmediato. Está toda la obra en español, pero la traduzco [al francés], y hago comparaciones con Europa al estilo de Playfair y, sobre todo, escribo el original manuscrito tal como debe ser impreso para que produzca a la vista el efecto de un cuadro estadístico. Añadiré, primero, un gran mapa de México, que usted ha visto y que es el trabajo más completo que poseo; tiene, por ejemplo, los nombres de 900 minas y las nuevas divisiones de las provincias; segundo, el gran mapa del Valle de México y de los alrededores, pues el de Robertson es completamente falso; tercero, el perfil desde la ciudad de México hasta el mar; cuarto, el corte de uno a otro mar; quinto, una nota sobre los materiales que han servido para construir el mapa. Para los mapas, el mejor formato sería un pequeño in-folio; también los cuadros lo exigen".45