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Juan Nepomuceno Almonte
(1803-1869)

El general Salas se encarg� del Ejecutivo por el movimiento de la Ciudadela. Nombr� ministro de Relaciones a Manuel Crescencio Rej�n, de Guerra a Juan N. Almonte, de Hacienda a Valent�n G�mez Far�as y de Justicia a Jos� Ram�n Pacheco. Eran los primeros d�as de la revoluci�n y los liberales puros ve�an un panorama prometedor. G�mez Far�as escrib�a a Mora: "Mi trabajo es incesante, porque el general Salas encargado provisionalmente del Ejecutivo, hombre honrado y patriota, nada quiere hacer sin consultarme"39.

El gobierno provisional del general Salas ten�a una tarea importante que cumplir: convocar a elecciones para formar el nuevo Congreso Constituyente, reorganizar el gobierno de los estados, nuevamente constituidos por la vigencia de la Constituci�n de 1824, organizar el proceso de las elecciones entre septiembre y diciembre de ese a�o y hacer frente a la guerra con Estados Unidos de Am�rica. Para lograr estos objetivos, el gobierno necesitaba mantener unida a la �lite pol�tica. Los monarquistas estaban completamente derrotados y los centralistas no ten�an cohesi�n ni fuerza para constituir una amenaza. Sin embargo, ah� estaban los federalistas moderados que pensaban capitalizar la revoluci�n en su favor. Los moderados ten�an relaciones y un grupo muy activo y organizado. Su l�der, Manuel G�mez Pedraza, desde los a�os treinta, era enemigo irreconciliable de Valent�n G�mez Far�as.

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Combatientes

Poco tiempo dur� la unidad en el gobierno, y desde agosto de 1846 hasta mayo de 1848, el antagonismo entre las dos facciones del Partido Liberal ser�a una de las causas principales de la derrota final. Aunado a esta lucha de las facciones, otro gran trastorno fue causado por el regreso al sistema federal. En los estados, las Asambleas departamentales desaparecieron y se eligieron Congresos locales; tambi�n los gobernadores fueron removidos, para ser sustituidos por personas incondicionales a la facci�n pura. As�, por ejemplo, en Tabasco, Juan Bautista Traconis hizo la revoluci�n en el estado, pero Valent�n G�mez Far�as impuso como gobernador a Justo Santa Anna, un amigo de Manuel Crescencio Rej�n.40 Esto trajo problemas en la estabilidad pol�tica del estado de Tabasco.41

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Jos� Mar�a Tornel y Mend�vil
(1789-1853)

Los meses de septiembre, octubre y noviembre no ser�an estables ni f�ciles para los federalistas puros. El gobierno del general Salas no estuvo, en estos meses, a la altura de las expectativas de los puros. Rej�n y G�mez Far�as dejaron de influir en el Presidente Salas, y el ministro Pacheco, de tendencias moderadas, comenzaba a ser tomado m�s en cuenta. El 11 de septiembre, por decreto del gobierno, se form� una Guardia Nacional con los mexicanos de 16 a 50 a�os de edad, para defender al pa�s y a las instituciones. La Guardia Nacional pod�a estar en asamblea, en servicio de guarnici�n y en campa�a. En los dos primeros casos estar�a bajo las �rdenes del gobernador; en el tercero, del Presidente de la Rep�blica.42

La Guardia Nacional ser�a fuente importante de conflicto entre puros y moderados porque, al haber sido una idea original de los primeros, la que se organiz� en el Distrito Federal cay� bajo el control de los segundos. Adem�s, Salas hab�a nombrado gobernador del Distrito a Jos� G�mez de la Cortina, hombre de ideas no moderadas, sino retr�gradas. El nombramiento de G�mez de la Cortina disgust� grandemente a los puros.

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David Conner
(1792-1856)

A finales de octubre el gabinete original hab�a desaparecido: G�mez Far�as hab�a pasado a la presidencia del Consejo, Rej�n ser�a destituido y reemplazado por el moderado Jos� Mar�a Lafragua, Pacheco tambi�n renunciar�a y en Hacienda, en s�lo cinco meses, habr�a ocho titulares del ramo. En la correspondencia de esos meses entre Santa Anna y G�mez Far�as se traslucen las tensiones del momento. G�mez Far�as estaba desesperado: consideraba a Salas un torpe, inepto y mediocre, que hab�a ca�do bajo la influencia de los moderados y culpaba a Santa Anna por no apoyar a Rej�n, adem�s de que lo urg�a a hacerse cargo del Ejecutivo, porque si no todo se iba a pique. Por su lado, Santa Anna apoyaba el gobierno de Salas, se manten�a al margen de las disputas partidistas, se negaba a ir a tomar el gobierno e instaba a G�mez Far�as a que buscase la uni�n entre las facciones.43

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Stephen Watts Kearney
(1794-1848)

Los �nimos se caldearon m�s en esos meses porque el gobierno pas� un decreto44 que permit�a reuniones pac�ficas en sitios p�blicos para discutir sobre la cosa p�blica e ilustrar al gobierno sobre las instituciones y la manera de enfrentar la guerra con Estados Unidos. La gente llam� a estas reuniones meetings. Era una idea de los puros, inspirada en la historia pol�tica americana e inglesa. Las consecuencias de estos meetings, con una sociedad dividida, no se hicieron esperar: los �nimos se exacerbaron y las posiciones pol�ticas se radicalizaron. En alguno de los meetings sali� nuevamente el tema de ocupar los bienes de la Iglesia Cat�lica. Los meetings, como una contribuci�n m�s de los puros a la divisi�n del pa�s, fueron exportados a los estados de la rep�blica.

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21, 22 y 23 de septiembre de 1846
Croquis de las fortificaciones y suburbios de Monterrey con el ataque que dieron los americanos

Tristemente, cuando las facciones discut�an y se exacerbaban los �nimos, la Ciudad de Monterrey cay� en poder del ej�rcito de Zacar�as Taylor. Despu�s de tres d�as de asedio, el 24 de septiembre, el general Pedro Ampudia entreg� la plaza al ej�rcito invasor, no obstante que ten�a medios para sostenerse por m�s tiempo. Varios observadores de los hechos culparon a Pedro Ampudia de la capitulaci�n. Tambi�n fueron causas importantes los cambios en la jefatura del Ej�rcito del Norte y la desorganizaci�n del pa�s, que dej� abandonada la ciudad a su suerte.45

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23 de septiembre de 1846
Batalla de Monterrey. Los americanos forzando su entrada a la plaza principal

La triste noticia de la ca�da de Monterrey lleg� a M�xico a finales de septiembre. La penetraci�n del ej�rcito invasor hasta Monterrey no fue raz�n suficiente para que los dos partidos en disputa depusieran sus actitudes y llegaran a acuerdos pol�ticos para salvar a la Patria. Por el contrario, las elecciones para el futuro Congreso se efectuaron entre octubre y noviembre y las dos facciones midieron sus fuerzas. El resultado final de las elecciones fue un ligero triunfo para los moderados. Por lo tanto, el Congreso estar�a dividido casi por la mitad, entre liberales moderados y puros.

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27 de septiembre de 1846
Norma Militar

El Congreso comenzar�a a reunirse en los primeros d�as de diciembre de 1846. El primer asunto importante que trat� fue la elecci�n de Presidente y vicepresidente interinos. Moderados y puros tuvieron su primer enfrentamiento en el Congreso. Los puros lograron el triunfo en este primer tema y, el 23 de diciembre, el Congreso eligi� al general Santa Anna y a Valent�n G�mez Far�as para Presidente y vicepresidente, respectivamente. Como Santa Anna estaba en San Luis Potos� encargado del Ej�rcito, G�mez Far�as tom� el Poder Ejecutivo en sus manos.46

El gobierno provisional del general Mariano Salas terminaba tristemente: hab�a sido incapaz de regularizar la marcha p�blica, creci� la desuni�n entre los partidos, no tuvo �xito en la guerra -con la ca�da de una ciudad tan importante como Monterrey- y no hab�a podido dar recursos suficientes al Ej�rcito dirigido por Santa Anna. Entregaba el poder al l�der de los puros, mientras el Ej�rcito languidec�a en la Ciudad de San Luis Potos�, al finalizar el a�o funesto de 1846.

 

39. Valent�n G�mez Far�as a Jos� Mar�a Luis Mora, M�xico, 20 de agosto de 1846. Universidad de Texas, Benson Latin American Collection, Archivo de Valent�n G�mez Far�as, n�mero 127.13.
40. Miguel Bruno a Valent�n G�mez Far�as, San Juan Bautista, 18 de enero de 1847. Universidad de Texas, Benson Latin American Collection, Archivo de Valent�n G�mez Far�as, n�mero 2375.
41. Ibidem.
42. Reglamento para organizar, armar y disciplinar la Guardia Nacional en los estados, Distrito y territorios de la Federaci�n, 11 de septiembre de 1846. Archivo General de la Naci�n, Gobernaci�n, 1846, sin clasificar, vol. 1, exp. 3.
43. Universidad de Texas, Benson Latin American Collection, Archivo de Valent�n G�mez Far�as, n�meros 2053, 2064, 2075 y 5207.
44. "Decreto del gobierno: Sobre libertad de reuniones p�blicas, 10 de septiembre de 1846", en DUBL�N, Manuel y LOZANO, Jos� Mar�a, Op. cit., T. V, p. 160.
45. GONZ�LEZ QUIROGA, Miguel �ngel, Op. cit.
46. "Soberano Congreso Constituyente.- Sesi�n del d�a 23 de diciembre de 1846", Diario del Gobierno de la Rep�blica Mexicana, M�xico, 1� de enero de 1847.

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