III. CAT�LISIS HOMOG�NEA

EN EL sentido m�s amplio del t�rmino, la cat�lisis homog�nea tiene lugar cuando los reactivos y el catalizador se encuentran en la misma fase, sea l�quida o gaseosa. En la cat�lisis homog�nea se tiene un acceso m�s f�cil al mecanismo de reacci�n y por consecuencia se puede dominar mejor el proceso catal�tico correspondiente. Otra ventaja no menos despreciable de este tipo de cat�lisis es la ausencia de efectos de envenenamiento tan frecuentes en el caso de la cat�lisis heterog�nea, y que obliga a tratamientos costosos de eliminaci�n de impurezas. Finalmente, el �ltimo impulso que han dado los complejos organomet�licos a la cat�lisis homog�nea ha sido decisivo en su aplicaci�n industrial a gran escala.

Tanto en el estudio como en la aplicaci�n de una cat�lisis homog�nea en soluci�n no se debe perder de vista que la velocidad no depende directamente de sus concentraciones sino de sus actividades, ya que la presencia de especies ajenas al acto catal�tico puede influenciarlas. As� por ejemplo se observa a menudo que al cambiar el solvente la velocidad de reacci�n se ve afectada esto se explica muy a menudo por un efecto de solvataci�n o interacciones electro�st�ticas.

La cat�lisis homog�nea por complejos mononucleares de metales de transici�n ha tenido un impulso industrial importante en los �ltimos 20 a�os debido a que al emplear estos procesos es posible obtener altos rendimientos, as� como productos de alta pureza. Algunos de los procesos m�s importantes en su aplicaci�n industrial que utilizan complejos organomet�licos son:

1) Proceso oxo o reppe de carbonilaci�n de olefinas: �cido ac�tico.

2) Polimerizaci�n de olefinas: polietileno

3) Adici�n de olefinas: polibutadieno

4) Oxidaci�n de olefinas: �xido de propileno

5) Oxidaci�n de alcanos y arenos: �cido tereft�lico, ad�pico

6) Polimerizaci�n-condensaci�n: fibra de poli�ster.

Estas reacciones catal�ticas presentan la particularidad de proceder a bajas temperaturas con selectividades elevadas, esto se logra mediante la selecci�n adecuada del metal de transici�n, de los ligandos, del disolvente y de las condiciones de reacci�n. Esto es reflejo nuevamente del conocimiento mecan�stico que caracteriza a la cat�lisis homog�nea y que permite optimizar el proceso conociendo los ciclos catal�ticos completos.

Uno de los inconvenientes de la cat�lisis homog�nea es la dificultad de separar el catalizador del medio reaccionante, lo que presenta un mayor costo que el de los procesos heterog�neos convencionales.

Con base en esta inconveniencia se han intentado dise�ar "catalizadores homog�neos soportados", en los cuales se desea inmovilizar el complejo met�lico activo sobre un soporte como s�lice, al�mina o carb�n. Sin embargo en muchos casos esto no es posible, ya que la entidad catal�tica activa no es el complejo inicialmente introducido a la reacci�n, sino una especie derivada de �l. La cat�lisis homog�nea en soluci�n (fase l�quida) ha sido objeto de numerosos estudios y dentro de ella la cat�lisis �cido-base tiene un lugar muy importante.

La cat�lisis �cido-base fue de los primeros fen�menos catal�ticos observados por investigadores como Ostwald, Arrhenius, Br�nsted, Euler, etc. La constataci�n de que la presencia de un �cido aceleraba u orientaba ciertas reacciones qu�micas fue el inicio para una serie de investigaciones realizadas a fines del siglo pasado e inicios de �ste, que se tradujeron en una serie de numerosas aplicaciones industriales como la esterificaci�n, la saponificaci�n, la hidr�lisis, la halogenaci�n, la condensaci�n, etc.

En la cat�lisis �cido-base se agrupan todas las observaciones relacionadas con la presencia en el medio acuoso de algunas especies como protones (H+), oxhidrilos (OH-), mol�culas de �cido, etc�tera.

Cuando se disuelve un �cido como el clorh�drico (que es la base del muri�tico) en agua, se produce una disociaci�n como la siguiente:

HCL + H20 H30- + CL-

en la cual la mol�cula de agua atrapa el �tomo de hidr�geno del �cido (al cual llamamos prot�n por haber perdido un electr�n a favor del cloro) produci�ndose iones. Una situaci�n equivalente se produce cuando ponemos en soluci�n una base como hidr�xido de sodio (sosa):



NaOH Na
- + OH-

produci�ndose iones sodio y oxhidrilos.

Cuando los �cidos o las bases se disocian completamente se les llama fuertes; al contrario, cuando s�lo se disocian poco se les llama d�biles. En este �ltimo caso el n�mero de mol�culas de �cido o base es mayor al n�mero de especies disociadas.

Algunos �cidos fuertes son el HCl o �cido clorh�drico, el H2S04 o �cido sulf�rico, el HF o �cido fluorh�drico etc. Como bases fuertes tenemos la sosa o hidr�xido de sodio (NaOH), la potasa o hidr�xido de potasio (KOH) y la soluci�n de amoniaco o hidr�xido de amonio (NH4OH). Recordemos que una medida de la acidez o la basicidad se puede dar en funci�n del pH (potencia de hidr�geno). Valores de pH elevados (10 a 14) son para bases fuertes, el valor de 7 corresponde a la neutralidad (agua destilada y deionizada), y valores bajos (1 a 4) son para los �cidos fuertes.

En una reacci�n en soluci�n algunas de estas especies pueden estar presentes y jugar un papel como catalizadores, dependiendo del tipo de reacci�n. Cuando alguna reacci�n es catalizada por el ion (H- o H3O-) se le llama una cat�lisis �cida, por el contrario cuando el ion (OH-) es el catalizador se le llama cat�lisis b�sica. Para poner en evidencia esta dependencia es suficiente llevar a cabo experimentos en los cuales se trabaje con cantidades crecientes de �cido o de base, y la reacci�n debe seguir un aumento de velocidad lineal con la concentraci�n de �cido o de base. En t�rminos cin�ticos esto se escribe:



velocidad observada = ko +k[H30+] + [H30+], para el �cido,

y velocidad observada = k´o + k[OH-] [OH-], para la base

En estas dos ecuaciones ko representa la velocidad de la reacci�n en ausencia de especies catal�ticas.

Cuando la ley de velocidad de una reacci�n catalizada en soluci�n acuosa depende �nicamente de las concentraciones de iones hidronio y oxhidrilo representados por [H3O+] y [OH-] respectivamente, se dice que las reacciones son ejemplos de cat�lisis espec�fica.

En la actualidad, sin embargo, ha sido reconocido a la luz de las teor�as modernas sobre electrolitos que las mol�culas no disociadas contribuyen tambi�n al efecto catal�tico. Tales reacciones se rigen por la teor�a de la cat�lisis �cido-base general. De la misma forma en que se escribieron las ecuaciones de velocidad para el H+ o el OH- se pueden escribir ecuaciones para la mol�cula de �cido (AH) y la de base (BOH):



'velocidad observada = ko + KAH [AH] para el �cido, y

'velocidad observada = k'o + KBOH [BOH] para la base.

Si tenemos una reacci�n en la cual no sabemos cual es la especie catal�tica, podemos llevar a cabo experiencias para determinar la contribuci�n de cada especie en soluci�n, esto corresponde en la pr�ctica a cambiar el pH de la reacci�n.

Se puede proponer que tenemos una ecuaci�n general de velocidad que agrupa a todas las especies:

 

velocidad = ko + kH3O+ [H30+] + k0H- [OH-] + k AH

[AH] + kBOH [BOH]

y de la cual iremos evaluando los t�rminos separadamente.

El valor de ko se determina frecuentemente por la habilidad que el solvente (agua) tiene para catalizar la reacci�n. Para evaluar las constantes de velocidad de la ecuaci�n II, se hacen experimentos en condiciones tales que algunos de los t�rminos de la ecuaci�n II sean despreciables. De esta manera variaciones sistem�ticas de [HA], [A-], [H3O-], [OH-], etc., conducen a la evaluaci�n de cada constante de velocidad.

Por ejemplo, si trabajamos en condiciones �cidas (pH<7) utilizando un �cido fuerte (totalmente disociado) y cuyo ani�n no interfiera apreciablemente, la ecuaci�n II toma la forma:



kobs = ko + kH3O+ [H30+]
III


Cuando la reacci�n es catalizada �nicamente por una base (PH>7), la ecuaci�n II se transforma en

kobs = ko + k0H- [OH-]
IV



El comportamiento de estos experimentos puede ser representado en forma gr�fica en un diagrama de pH contra log de la velocidad, como se muestra en la figura 3:



Figura 3. Dependencias t�picas de constantes de velocidad de reacciones catalizadas por �cidos o bases, en funci�n de la concentraci�n de protones.

a) Caso general, donde la reacci�n es catalizada tanto por �cidos como por bases. La horizontal AB corresponde a la reacci�n no catalizada o bien catalizada por el solvente. Ejemplo de este caso son la mutorrotaci�n de la glucosa y la hidr�lisis de los �steres.

b) En este caso el segmento AB no existe, lo que implica que la reacci�n no catal�tica (ko) no existe, es decir, no hay efecto del solvente. Como ejemplos podemos citar la hidr�lisis de amidas, y la halogenaci�n de cetonas.

c y d) Reacciones catalizadas �nicamente por �cidos (c) o bases (d). Ejemplos para (c): la hidr�lisis de orto-sales y (d) hidr�lisis de B-lactonas.

e y f) El mismo caso de (c) y (d) s�lo que en ausencia de la influencia del solvente, ejemplos: la hidr�lisis del �ster diazoac�tico y la p�limerizaci�n de nitrosoacetonamina.

En los casos en que existe cat�lisis espec�fica por el prot�n o el oxhidrilo, se ha propuesto que el mecanismo catal�tico comprende la transferencia de esos iones a las mol�culas de reactivo, de forma similar a como se transfieren en presencia de agua.

Por ejemplo, para un �cido su ecuaci�n de disociaci�n ser�a:

KA
AH + H2O H3O+ + A-
 


En esta ecuaci�n la constante de equilibrio KA, tambi�n llamada de disociaci�n, es una medida de la facilidad de ceder el prot�n; esta constante est� definida por la ley de acci�n de masas o de equilibrio din�mico como:





de manera que mientras m�s se disocia el �cido AH, mayor es la constante, y mayor la fuerza �cida.

De forma similar para el caso de una base tendremos una constante de equilibrio KB que nos representar� la fuerza b�sica.

La confirmaci�n del mecanismo catal�tico como una transferencia i�nica de especies H+- o OH- del catalizador a los reactivos fue dada por los experimentos de Br�nsted que demostraron para diferentes reacciones una sola ecuaci�n que relaciona la velocidad con la fuerza �cida o b�sica.

La ecuaci�n de Br�nsted tiene la forma



KHA = GAkaA

donde Ga y a son constantes, a pudiendo tomar valores de 0 a 1. De manera similar para una reacci�n catalizada por una base tenemos,





donde kB, GB y b son constantes que dependen del sustrato, es decir, del reactivo y del solvente. Muchos experimentos han mostrado que las relaciones de Br�nsted, sin ser completamente generales, dan cuenta de gran n�mero de hechos experimentales que abarcan un gran intervalo de valores constantes de disociaci�n en diferentes solventes.

En a�os m�s recientes el t�rmino cat�lisis homog�nea se ha aplicado m�s espec�ficamente al uso en soluci�n de ciertos compuestos organomet�licos en los cuales un �tomo central est� rodeado por �tomos o mol�culas dispuestas en un patr�n regular.

Estos �tomos o mol�culas se denominan Ligandos, y en funci�n de su naturaleza qu�mica, el �tomo central al que rodean puede estar en un estado de valencia positivo, negativo o cero. En soluci�n, estos compuestos pueden presentar diferentes estructuras en equilibrio, las cuales pueden tener reactividades diferentes, pero dado que todas las especies se encuentran disueltas en el medio de reacci�n, es dif�cil poder establecer por separado su influencia catal�tica.

Las reacciones que tienen inter�s industrial son principalmente la hidroformilaci�n, la carbonilaci�n y la polimerizaci�n. Los catalizadores homog�neos son tambi�n efectivos para hidrogenaciones e isomerizaciones. Un proceso desarrollado recientemente sintetiza �cido ac�tico (CH3COOH) a partir del metanol (CH3OH) y CO utilizando un complejo de rodio activado por HI, que cataliza la reacci�n llamada de inserci�n



CH3OH + CO CH3COOH

Al utilizar este complejo de rodio las condiciones de reacci�n son m�s suaves, 150 a 200�C de temperatura y presiones de 1 a 4 MPa. Anteriormente se usaba un catalizador de cobalto que operaba a presiones m�s elevadas de 20 a 30 MPa y temperaturas de 230�C.

Otro ejemplo de reacciones catalizadas en fase homog�nea involucra sistemas Redox (reducci�n-oxidaci�n). El proceso llamado Wacker para oxidar etileno a acetaldeh�do es un buen ejemplo. La reacci�n se lleva a cabo en una soluci�n acuosa que contiene cloruro de paladio y cloruro c�prico. La especie catal�tica es el i�n Pd2*: Las reacciones que llevan a cabo son las siguientes:

 

C2H4 + PdCl2 + H2O CH3CHO + Pd� + 2HCl
I
Etileno +cloruro de paladio11111 acetaldeh�do1111111 + paladio


Esta reacci�n es el paso catal�tico de oxidaci�n en el cual el cloruro de paladio oxida al etileno, pero se reduce el mismo a paladio cero. Por lo tanto se requiere regenerar el Pd2* por lo cual se introduce la siguiente etapa:


1H2O11
II
2CuCl2 + Pd� 2CuCl + PdCl2
cloruro cúprico111111111cloruro cuproso11


cloruro c�prico cloruro cruposo

En esta reacci�n el mayor potencial de oxidaci�n del paladio (Pd�) hace que tome cloro del cloruro c�prico, generando cloruro cuproso. Sin embargo, la presencia de cloruro c�prico tambi�n tiene un efecto catal�tico sobre el etileno dando lugar a la etapa:

PdCl2111111111111
III
C2H4 + 2CuCl2 + H2O CH3CHO + 2CuCl + 2HCl


Finalmente se debe regenerar el cloruro c�prico en presencia del HCl:

 

2CuCl + 2HCl + 1/2O2 2CuCl2 + H2O
IV


La reacci�n global se representa



C2H4 + O2 CH3CHO

La reacci�n I involucra la formaci�n de un complejo de paladio intermediario con el etileno.

A priori no existen lineamientos para indicar cuando un proceso catal�tico homog�neo en fase l�quida ser� m�s econ�mico que un proceso catal�tico heterog�neo en fase gas para un mismo producto de reacci�n. Algunos factores como la selectividad, el control mismo de la reacci�n y la separaci�n de productos y catalizador son tomados en cuenta para decidirse por uno u otro proceso.

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