PESQUER�A DEL MEJILL�N
Dentro del grupo de los bivalvos, son tambi�n importantes como alimento los organismos de la familia Mytilidae conocidos con el nombre com�n de mejillones; son moluscos que viven fijos a las rocas de la zona intermareal hasta los 10 metros de profundidad y que pueden quedar al descubierto en las bajamares, ocupando el mismo nivel de los "balanos" y las "lapas", con quienes entran en Competencia por el espacio para su fijaci�n. Es una especie t�picamente filtradora y posee un poder enorme de bombeo para alimentarse de plancton; su crecimiento es r�pido, y alcanzan de 5 a 12 cent�metros de longitud en los bancos naturales; pueden llegar a 20 cent�metros en algunas especies, dependiendo de la cantidad de alimento disponible y de las condiciones ambientales que regulan su metabolismo, lo cual se aprovecha para cultivarlos.
El mejill�n pertenece al g�nero Mytilus, y presenta su concha formada por dos valvas iguales de forma triangular, puntiaguda en un extremo y redondeada en el otro. La superficie de la concha es lisa, marc�ndose �nicamente las l�neas de crecimiento; su color es negro azulado con algunos tonos parduzcos hacia el v�rtice; en su parte interna es nacarada y de color viol�ceo.
Figura 19. Mejill�n.
El ciclo reproductor del mejill�n es muy amplio, ya que dura siete meses; son organismos unisexuales, es decir, existen individuos machos e individuos hembras. El n�mero de huevecillos es muy elevado y cada hembra deposita entre 600 y un mill�n de ellos; su temporada de incubaci�n es variable, dependiendo de la temperatura: se acorta con las altas, y, por el contrario, se alarga con las temperaturas bajas, sin embargo, en promedio dura de una a dos semanas, al cabo de las cuales nace una larva que nada durante 20 d�as y empieza a segregar una concha transparente y rudimentaria; en ese momento se fija sobre las rocas o en cualquier otro objeto que encuentre sumergido; la fijaci�n la realiza mediante unos filamentos adhesivos llamados "bisos o barbas", formados por prote�nas y segregados por una gl�ndula especial.
Estos bisos, por su color dorado brillante, fueron considerados en la Edad Media como fibras de oro puro y eran empleados por los nobles y arist�cratas europeos en implementos de lujo. En la actualidad se utilizan en lugar de fibras textiles para fabricar prendas de vestir como guantes y bufandas.
Los mejillones generalmente est�n parasitados por un copepodo, peque�o crust�ceo que se instala en su aparato digestivo produci�ndoles, en los casos de mayor gravedad, la muerte. Cuando se encuentran estos cop�podos en un n�mero reducido, de 5 a 10 solamente, adelgaza el mejill�n y su fecundidad se ve afectada porque no se desarrollan totalmente las g�nadas. En la c�mara branquial del molusco vive, frecuentemente un cangrejo de peque��simas dimensiones que les ocasiona lesiones en las branquias y en los palpos.
Entre los principales enemigos de los mejillones se pueden contar las estrellas de mar y algunos crust�ceos. Las estrellas de mar los capturan en los bancos naturales y los digieren en muy poco tiempo con todo y su concha, gracias a las fuertes enzimas digestivas que producen estos animales.
Los mejillones son especies cosmopolitas que viven en aguas tropicales y templadas; en las costas occidentales de M�xico abundan el "mejill�n com�n" (Mytilus edulis) y el de California (Mytilus californianus) especie muy fecunda que pone hasta 100 mil huevos durante la �poca de reproducci�n. En los esteros del Golfo de M�xico se consume el "mejill�n encorvado" (Brachidontes recurvus).
En Cuba se consume el Mytilus exustus y otro muy parecido al que en Espa�a llaman "musclet", as� como el Brachidontes citrinus y en Brasil, los "mejillones del Plata" (Mytilus platensis) a los que llaman "sururus". En Argentina y Chile se hace gran consumo de las "cholgas" o "mejillones del sur" (Mytilus chilensis y Mytilus ater) y el "mejill�n grande" o "rayado" (Aulacomya magellanica), denominado tambi�n "mejill�n de Magallanes".
Ninguna de estas especies compite con el "choro" (Choromytilus choro) de Chile, especie de gran aceptaci�n que llega por el Atl�ntico hasta Argentina y por el Pac�fico hasta Per�; alcanzan 20 cent�metros de longitud, por lo que se les llama "mejillones gigantes" y representan un espl�ndido bocado. Con ellos se prepara el "curanto", especie de asado que se realiza en una excavaci�n de un metro de di�metro, cerca de las playas, en la que se pone una parrilla hecha con palos verdes sobre los que se colocan piedras, se prende fuego y cuando las piedras y cenizas calientes caen al fondo, los mariscos se colocan sobre ella y se cubren con hojas de la planta Gunnera chilensis y una capa de tierra al cabo de una hora se destapa el curanto y se abren los mariscos que tomaron un magnifico sabor.
En Espa�a los mejillones, "mocejones" o "mazajones" (Mytilus edulis) y el mejill�n del Mediterr�neo o "mejill�n rubio" (Mytilus galloprovincialis) se consumen en grandes cantidades y se preparan de muchas maneras, todas ellas igualmente apreciadas por los gastr�nomos; adem�s, constituyen un ingrediente indispensable para la paella.
En las costas africanas, sobre todo en Mauritania, existe el "mejill�n salvaje" (Mytilus perna). Entre los grandes criaderos naturales se pueden citar los del litoral del Mar del Norte, mejillones holandeses muy apreciados; los del litoral de la Mancha y de la regi�n de Boulogne, as� como los de Breta�a. En Corea se localiza el "mejill�n coreano" (Mytilus crassitesta) y en Tailandia se capturan el "mejill�n verde" (Mytilus smaragdinus) y el "mejill�n horse" del g�nero Modiolus.
La captura mundial de mejillones para el a�o de 1986, seg�n la
FAO,
fue en total de 829 497 toneladas, de las cuales Espa�a provee el 20%, sigui�ndola Tailandia con el 15%, despu�s Francia y Corea con 10% cada una y el 45% restante se reparte en los dem�s pa�ses, siendo Per� y Estados Unidos los que m�s producen en Am�rica.Los mejillones han sido cultivados por el hombre a partir del siglo XIII: el irland�s Patricio Walton, como sobreviviente del naufragio de su barco en las costas cercanas a Rochela, en punta de L'Escale, tuvo que vivir de la caza y de la pesca; observ� que los mejillones crec�an m�s sobre los soportes de madera que utilizaba para sostener sus redes que durante la bajamar quedaban al descubierto, que los que viv�an a niveles inferiores; por esto comenz� a colocar empalizadas y a fijar en ellas a los mejillones, obteniendo magn�ficos resultados que fueron la base del cultivo.
En algunos pa�ses de Europa, como Francia y Espa�a, el cultivo de mejillones o miticultura tiene gran importancia econ�mica y se basa en los mismos principios que la ostricultura: fijaci�n de la semilla, engorda y cosecha; as�, con el producto se puede alcanzar la talla de 12 cent�metros en lugar de los 8 cent�metros a que llega en medio naturales.
En Espa�a se hace el cultivo mediante tres procedimientos: empalizadas, estanques y balsas flotantes, siendo este �ltimo el m�s difundido, por los �ptimos resultados que se obtienen debido a las caracter�sticas de las costas y al r�gimen de mareas. Sus principales parques de cultivo se encuentran en las v�as gallegas, costas de Galicia y Cantabria y en los puertos de Barcelona y Valencia; se cultivan de 300 a 400 mil toneladas anuales.
Las especies m�s frecuentes cultivadas en Espa�a, Francia y Holanda, son el mejill�n com�n y el mejill�n rubio. En el Mediterr�neo se cultiva el mejill�n en Tarento y otros puntos de Italia, en donde se llama "cozze mere" al Mytilus edulis y "cozze pelose" al Mytilus barbatus.
En las costas de Marbihan hay criaderos de m�s de 2 000 hect�reas. Tambi�n se encuentran en Calicut, India y el Golfo de Siam en Tailandia. En Holanda han logrado cultivar 10 mil toneladas por a�o.
En menor proporci�n se cultivan en Inglaterra, Italia, Portugal, Noruega, Escocia, Alemania y Yugoslavia; en Am�rica Latina la miticultura apenas se inicia en M�xico y en Cuba; est� un poco m�s desarrollada en Venezuela y Chile.
El mejill�n se captura por medio de buceo y su consumo se hace en fresco o procesado, generalmente por ahumado, en diferentes tipos de guisos. Cuando se maneja fresco, se debe tener cuidado de depurarlos antes de comercializarlos y consumirlos, para evitar que sean transmisores de g�rmenes pat�genos. Los m�todos de depuraci�n son: tratamiento por radiaciones ultravioleta; tratamiento con agua previamente esterilizada con ozono o cloro durante 24 horas; y el mantenimiento de los mejillones en agua potable y renovada durante tres o cuatro d�as, tiempo en el cual destruyen a los g�rmenes digiri�ndolos, "se purgan"; �ste es el m�todo m�s c�modo, barato, eficaz y, al decir de los cultivadores, el que los deja en excelentes condiciones para ser consumidos.
Tambi�n los mejillones pueden resultar peligrosos si se desarrollan sobre el metal de las planchas de cobre de los cascos de los barcos, ya que este metal produce unas sales que se acumulan en su gl�ndula digestiva; estas sales son muy t�xicas, y as� pueden producirse envenenamientos.
Asimismo, cuando en las aguas donde viven aumenta el n�mero de peridinias, peque�os organismos que viven en el plancton y producen las llamadas "mareas rojas", estos organismos se acumulan en el mejill�n y entonces lo convierten en un alimento t�xico y peligroso.
En M�xico la pesquer�a del mejill�n se est� desarrollando; para 1988 se capturaron 150 toneladas, import�ndose 8 toneladas de este recurso.