CONTRAPORTADA
La qu�mica y la cocina son actividades que emplean intuici�n, imaginaci�n y capacidad creadora. Ambas se apoyan en el trabajo y los hallazgos de gran cantidad de personas que han sabido disfrutar y compartir el gozo de su actividad. Si bien el diario disfrute de la cocina es incuestionable, cabe preguntarse por qu� la qu�mica, como ciencia y como profesi�n, ha sido una actividad que ha despertado poco inter�s y entusiasmo entre los j�venes. Entre las posibles respuestas, el autor cree que el enfoque disciplinario y la falta de ejemplos cotidianos llevan a una p�rdida de curiosidad y de capacidad de asombro. Terreno particularmente f�rtil para ilustrar los principios de la qu�mica es, la cocina, pues una bien equipada tiene m�s de 200 reactivos qu�micos y emplea procedimientos semejantes a los de un laboratorio. Muchas de las reacciones qu�micas que ocurren en la cocina (c�mo a�adir tequesquite a los nopales) tienen una explicaci�n cient�fica que ilustra y respalda a la inobjetable experiencia culinaria.
La historia de la ciencia muestra que conocimiento cient�fico y conocimiento com�n est�n �ntimamente relacionados. Sin embargo, la hoy obligada especializaci�n profesional desalienta la aproximaci�n a la ciencia por los caminos que han llevado, precisamente, a su creaci�n: el esp�ritu de juego y la curiosidad. Pues �c�mo se puede motivar la curiosidad si se muestra a la ciencia, a la qu�mica, como un conocimiento que no tiene fisuras? �O si se la ense�a como algo que no tiene nada que ver con lo cotidiano?
Una de las formas en que se puede lograr el inter�s por la qu�mica es mostrando que tiene que ver con la vida de todos los d�as. Como la cocina.
El profesor Jos� L. C�rdova es ingeniero qu�mico egresado del Instituto Polit�cnico Nacional. Despu�s de ser becario, en el Instituto de Investigaciones Nucleares ingres� en la Universidad Aut�noma Metropolitana, donde trabaja en el Departamento de Qu�mica. Curs� el posgrado en el Centro de Investigaci�n y Estudios Avanzados del
IPN
y ha dado clases en diferentes instituciones. Ha sido director de la revista Contactos de laUAM
y coordinador del Programa de Ense�anza de Ciencias B�sicas e Ingenier�a en la misma universidad. Es aficionado al origami y a la guitarra cl�sica.
Diseño: Carlos Haces/Fotografía: Carlos Franco