Toma del obispado


El poniente de la ciudad segu�a siendo el m�s importante objetivo del enemigo. Desde la tarde del d�a 20 el general Worth hab�a movilizado sus carros de artiller�a a fin de bloquear toda comunicaci�n con el interior del pa�s. Al d�a siguiente, muy temprano, el Regimiento de Texanos, al mando de Hays, y el Batall�n Ligero, de Smith, sostuvieron el primer encuentro en el cual muri� el comandante de Lanceros de Jalisco Juan N�jera. Fue all� donde carg� con arrojo el Regimiento de Guanajuato, quedando muertos los 50 lanceros que lo integraban. Entonces, su jefe, Mariano Moret

La columna extranjera se apoder� del camino a Saltillo. No habr�a ya posibilidades de que los sitiados recibieran auxilio. Las fuerzas del coronel Hays y del teniente coronel Child lograron escalar la colina del fort�n de la Federaci�n, en la Loma Larga, frente al obispado.

Durante casi todo el d�a 22 el viejo palacio del obispado fue blanco del fuego enemigo, desde el fort�n de la Federaci�n. Por el rumbo opuesto, las fuerzas extranjeras hab�an logrado ascender al punto m�s elevado de la parte noroccidental de la loma del obispado, sorprendiendo la escasa guarnici�n de 60 hombres que la defend�a. Desde ese lugar hicieron fuego tambi�n sobre el viejo edificio. El hist�rico reducto dispon�a de tres ca�ones y lo defend�an �nicamente 200 hombres, al mando del coronel Francisco Berra. La carga de tres columnas enemigas fue incontenible. A las cuatro de la tarde cay� el obispado. "Los soldados [mexicanos] llenos de espanto descienden y penetran al interior de la plaza, cuando un tard�o refuerzo del Batall�n de Zapadores sal�a para el Obispado."


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