La mujer tuvo tambi�n participaci�n muy activa en la defensa. Es muy conocida la referencia a Mar�a de Jes�s Dosamantes. Vestida de capit�n se present� al general Ampudia y �ste la facult� para que reconociera la l�nea de fuego. En el fort�n de la Ciudadela impresion� por su decisi�n al general L�pez Uraga y a sus soldados.
Otra joven dama, Josefa Zozaya, perteneciente a una de las m�s distinguidas familias de la ciudad, mereci� que el poeta Guillermo Prieto, en su "Triste y dolorido romance de Monterrey", la evocara:
Terribles se suceden los combates; |
Ampudia manda replegarse al centro; |
Vagan decapitadas nuestras tropas; |
Redobla el patriotismo sus esfuerzos. |
En la Plaza Mayor noble matrona, |
De honra dechado, de virtud espejo, |
Alienta a los soldados valerosa, |
Acude a donde m�s amaga el riesgo, |
All� eficaz auxilios generosos |
Prodiga fiel, de patriotismo ejemplo. |
�Oh, Josefa Zozaya! �Por qu�, ingrata, |
No te alza Monterrey un monumento? |