La proposici�n del oidor qued� en suspenso. El rey Felipe V se interes� m�s tarde, en 1739, en realizar el proyecto, pero su resoluci�n fue aplazada hasta que concluyeran las actividades colonizadoras de Tamaulipas, promovidas en esos a�os. El mismo colonizador del Nuevo Santander, Jos� de Escand�n, hizo solicitud en 1751 para que se erigiese la mitra en la villa de Santander (hoy Jim�nez, Tamaulipas), pero a esta idea se opuso el arzobispo de M�xico, Lorenzana, quien opin� que Monterrey era el lugar adecuado.
Carlos III se mostr� tambi�n sumamente interesado en realizar "el deseo de su augusto padre". Entonces, el licenciado Jos� Osorio de Escobar y Llamas, comisionado por el virrey, visit� la regi�n y present� en 1769 un minucioso estudio. Los tr�mites, sin embargo, fueron lentos. Tres a�os despu�s el Consejo de Indias aprob� esta proposici�n y la remiti� a Roma. Cinco a�os m�s tarde, d 15 de diciembre de 1777, el Papa P�o VI expidi� la bula Relata semper erigiendo el nuevo obispado.
Conforme a lo propuesto por Osorio la nueva di�cesis qued� formada con parte de otras. De la de Guadalajara se tom� todo el Nuevo Reino de Le�n, la antigua Coahuila, lo que le correspond�a en Texas y todo el Nuevo Santander. De la de Valladolid (Morelia) quedaron en el nuevo obispado Jaumave, Palmillas, Real de los Infantes y Tula. De la de Durango, la villa del Saltillo, y del arzobispado de M�xico Santa B�rbara y otros lugares. El mapa fue levantado por el ingeniero italiano Miguel Costanz�.