Escogida la villa de San Felipe de Linares para sede del obispado por ser la poblaci�n central y equidistante de las dem�s, le fue concedido el t�tulo de ciudad. La real c�dula por medio de la cual le fue otorgado este privilegio est� fechada en Aranjuez a 17 de mayo de 1777, y en su parte medular el rey Carlos III dice:
y siendo conducente para la mayor condecoraci�n y lustre de la capital que ha de ser del nuevo obispado [...] quiero y es mi voluntad que desde ahora en adelante y para siempre perpetuamente la referida villa sea y se intitule y llame Ciudad de Linares.