La fase de lucha armada de la Revoluci�n mexicana, que en Sinaloa se extendi� de 1910 a 1929, aunque no de manera continua ni generalizada, tuvo efectos negativos sobre el conjunto de la econom�a del estado por diversas razones, como la suspensi�n de las inversiones para la producci�n, el retiro de muchos extranjeros con sus capitales, los robos, saqueos, destrucciones y expropiaciones que realizaron los revolucionarios, as� como la falta de trabajadores que fueron movilizados para engrosar la tropa de los ej�rcitos, tanto revolucionario como federal. Entre las p�rdidas m�s sensibles se cont� la f�brica de hilados y tejidos El Coloso, en Culiac�n, que fue incendiada por los revolucionarios en 1911 porque pertenec�a a la familia Redo. Hubo tambi�n otras circunstancias adversas que no se debieron directamente a la revoluci�n, como las que indic� el gobernador Iturbe en 1918: la falta de un sistema financiero y la extrema escasez de circulante que oblig� al uso del d�lar como moneda de curso legal. Sin embargo, la econom�a del estado no se paraliz� ni sufri� tanto como en los estados del centro y en Morelos. La miner�a sinaloense continu� en actividad y los gobiernos revolucionarios impulsaron cuanto pudieron la producci�n agr�cola.
Durante los primeros 20 a�os del periodo que nos ocupa, esto es, entre 1910 y 1930, la econom�a del estado sigui� las pautas vigentes desde la era ca�edista. En los municipios del sur, especialmente en Mazatl�n, la industria de transformaci�n y el comercio formaron el n�cleo de su econom�a, mientras que en los municipios costeros del centro y del norte del estado fue la agricultura comercial el motor del crecimiento econ�mico con los mismos cultivos del periodo anterior, la ca�a de az�car, el tomate y el garbanzo. La gran propiedad agraria se conserv� porque los diferentes gobernantes de Sinaloa la protegieron e impidieron el reparto de tierras, aunque junto a la gran propiedad surgieron tambi�n peque�os propietarios en los valles irrigables. Entre 1915 y 1917 se crearon seis nuevos municipios por fragmentaci�n de los anteriores: Escuinapa, Angostura, Elota, Guasave, Ahome y Choix. Si descontamos a Choix, los dem�s municipios se formaron en zonas de gran desarrollo econ�mico, y este fen�meno puede indicar que ciertos grupos locales poderoso delimitaron los territorios de su control pol�tico.
En el cap�tulo anterior tratamos del cultivo de la ca�a de az�car, que en este periodo no sufri� cambios sustanciales. El tomate, como cultivo comercial de exportaci�n, empez� a producirse en los valles de los r�os Fuerte y Culiac�n, en 1907 y 1908, respectivamente. Para 1922 se hab�a extendido y en 1927 se cultivaba en gran escala en los municipios de Ahome, Culiac�n, Guasave y Sinaloa. Dos empresas estadunidenses, Mexican Arizona Trading Company (MATCO)
y Miers Darling and Hinton Company comercializaban la mayor parte del tomate sinaloense y lo exportaban a los Estados Unidos, adem�s de financiar a los agricultores tomateros. En los a�os 1929-1930 se contrajo el mercado estadunidense y caus� grandes p�rdidas a los tomateros sinaloenses, pero se recuper� una vez controlada la crisis. El garbanzo se cultiv� principalmente en los municipios de Mocorito, Guasave y Sinaloa, y la ciudad de Guam�chil fue el centro de la comercializaci�n del producto, que se exportaba a Espa�a y a Centro y Sudam�rica. El auge del garbanzo ocurri� entre 1925 y 1935, aunque la crisis de 1929 tambi�n afect� el mercado.
La d�cada de los a�os treinta fue para Sinaloa un periodo de transici�n porque se reorganiz� la tenencia de la tierra y desapareci� la gran propiedad acumulada durante el periodo ca�edista para dar paso al reparto entre los agricultores particulares y el ejido, que es la manera como la propiedad de la tierra est� dispuesta en nuestro estado. A partir de 1935 se llev� a cabo la reforma agraria impulsada por el presidente C�rdenas, pero desde antes ya hab�a en Sinaloa peque�os propietarios que formaban un din�mico grupo de empresarios agr�colas. La reforma agraria se ver� en otro apartado; aqu� veremos �nicamente el aspecto, econ�mico del periodo.
La poblaci�n del estado de Sinaloa creci� en forma notable pues pr�cticamente se duplic� entre 1910 y 1950, aunque el crecimiento m�s pronunciado se produjo despu�s de 1930, como se observa en las cifras del cuadro XI.1.
La poblaci�n ocupada en actividades agropecuarias decreci� en los treinta en los municipios mineros de El Rosario, Concordia y Cosal�, pero creci� notablemente en los municipios de Choix, Badiraguato, Culiac�n, Sinaloa, Guasave, El Fuerte y Ahome que, excepto el primero, son los municipios donde hubo reforma agraria. La poblaci�n ocupada en actividades industriales creci� y se concentr� en los municipios de Culiac�n, Mazatl�n, Ahome, El Rosario y Escuinapa. La poblaci�n ocupada en actividades comerciales tambi�n aument� en todos los municipios, pero Culiac�n y Mazatl�n fueron los m�s importantes, seguidos de Ahome, Guasave y El Rosario.
En 1940 Mazatl�n era el municipio con econom�a m�s diversificada. La actividad agropecuaria hab�a dejado de ser preponderante, se concentraba la industria de transformaci�n y era el centro comercial del estado. Segu�a en importancia el municipio de Culiac�n, con un crecimiento sostenido en todos sus sectores productivos; ven�a despu�s el joven municipio de Ahome, con grandes posibilidades de crecimiento econ�mico diversificado.