Cuenta don Genaro Fern�ndez Mac Gregor 8 que renunci� al Ateneo cuando Lozano y Garc�a Naranjo quisieron darle un giro pol�tico a las discusiones. M�s tarde, don Genaro se reincorpor� al Ateneo y quienes estaban picados por la pol�tica no inhibieron su llamado; la XXVI Legislatura Federal les abri� las puertas a un mundo lleno de actividad que marcar�a trayectorias fundamentales. Ya se hizo alusi�n a que eran del Ateneo dos del cuadril�tero parlamentario, as� como otros militaron en el Bloque Liberal Renovador, hasta llegar a 13. Tambi�n hubo alguno que otro destacado diputado al Congreso Constituyente de 1916-1917, como Cravioto. El Senado les llam� menos la atenci�n, aunque su presencia lleg� hasta el periodo �1970-1976!
La administraci�n educativa encontr� a cuatro rectores de la Universidad Nacional: Vasconcelos, Caso, Pruneda y Fern�ndez Mac Gregor, y varios directores de facultades y escuelas, as� como un secretario general. El propio ramo educativo fue encabezado por dos atene�stas, un revolucionario en 1915 y 1921 y un contrarrevolucionario en 1914. Pero tambi�n la Secretar�a de Hacienda encontr� a un atene�sta al frente, en los gobiernos de Obreg�n y Calles, mismo que tambi�n encabez� Relaciones Exteriores e Industria, Comercio y Trabajo. Tambi�n la Procuradur�a General de la Rep�blica, en la �poca de Huerta, alberg� a un atene�sta.
S�lo uno lleg� a gobernador de su estado, porque otro se qued� en candidato, cosa que le sirvi� de experiencia para otra candidatura, la presidencial de 1929, que no lo llev� al fin perseguido, sino a un gran lugar en la historia.
M�s de una docena desempe�� el servicio exterior, y en muchos casos no por razones de "orden suprema" sino por vocaci�n, necesidad y deseo. Un par de ellos destac� en derecho internacional: Fabela y Fern�ndez Mac Gregor. Siempre se comportaron como atene�stas. Los gui� su ilustraci�n.